En mi vida había estado tan colocado con un solo porro. Era un verde de “Super Silver Haze”. La colocada en sí fue brutal, pero se desarrolló en base a una paranoia bastante fea. La sensación fue la de escaparse de la realidad siendo consciente de que lo que estás viviendo en el momento es pasajero y fruto de tu mente gracias a la acción del cannabis, pero aun así tener un miedo irracional a ese trip.
Si tuviera que definirme en el momento, la palabra más obvia sería “drogado”. Me estaba dando un viaje tan jodido que no sabía si me iba a recuperar, si me iba a quedar así para siempre o bien si mi condición normal como persona respecto al día a día iba a verse afectada. Notaba que la huella que estaba dejando en mi mente era de bastante peso.
Realmente, no espero que nadie logre entender al 100% lo que viví (aunque supongo que esto lo pensará todo el mundo que haya tenido un bad trip muy brutal). Para mí en el momento me parecía imposible que alguien lo viera de la misma forma que yo.
El trabe consistía en que lo que vives día a día, cada momento específico (jugar con el ordenador, echar un polvo, escuchar una canción concreta y la sensación que te produce, hablar con una persona determinada…) son momentos que pertenecen al presente, y todo lo que uno ejecuta lo hace en ese estatus temporal. Todo lo ejecutado en el presente luego queda acumulado en tu cerebro en forma de recuerdos, por lo que yo razoné que lo único que se vive es el presente, y que futuro y pasado no existen.
En principio esto no parece que se salga de lo normal, pero razoné lo siguiente: “claro, si todo lo que hacemos lo hacemos en el presente, y ahora mismo es el presente, me falta poco para morir, ya que es en el presente cuando se muere y es el presente lo que estoy viviendo ahora mismo”. Entonces empecé a pensar las diferentes situaciones a lo largo de toda mi vida en las que yo iba a morir o bien quedaba un tiempo relativamente corto antes de pasar a la historia.
Me imaginé mi presente como muchos presentes distintos entre sí a lo largo de toda mi vida y me imaginé a mis seres queridos viviendo esa sensación; sensación de que vamos a morir YA. Es como ser hiperconsciente de que cada momento es único y de que puede ser el último de tu vida.
El razonamiento más obvio sería “tranquilo, estás sano, vas a morir dentro de mucho tiempo y no tienes por qué tratar de vivir la sensación previa a morir ya que ahora no vas a hacerlo”. Pero claro, la huella que habían dejado las diferentes sensaciones y razonamientos que había hecho hasta el momento habría crecido, y eso junto con el efecto del cannabis me imaginé a mí y a mis amigos siendo viejos de 90 años, que iban a morir pronto; en el presente.
Todo esto me surgió porque recuerdo con mucho cariño épocas de mi pasado. Pero un día pensé: “pues ahí se quedaron; tuvieron su momento y no lo vas a volver a vivir en la vida, porque tienes 20 años y no puedes volver atrás en el tiempo”. Este pensamiento activaba un mecanismo de retroalimentación sobre toda esta paranoia y hacía que yo estuviera viviendo lo que ya he descrito: los momentos previos a la muerte.
Ya sé que parece raro, pero es que todavía lo es mucho más: me imaginé teniendo la vida de otras personas (gente normal, famosos, amigos, gente que ya ha muerto…)… Cada persona es un mundo y viendo todo lo que viví este día, fui realmente consciente de que es imposible ver la vida como la ve otra persona. De esta forma sentí que se estaba perdiendo un montón de conocimientos, ya que hay alguna serie de conocimientos que son únicos (como podría ser el enfoque de este problema). En este sentido, ¿te imaginas ser otra persona? Me estrujé el cerebro una y otra vez con el objetivo de dilucidar las sensaciones, pensamientos y razonamientos que elabora gente aleatoria.
Esta última paranoia de imaginarme haber sido todas las malditas personas que han poblado este planeta se mezcló con la edad y todo se volvió caótico y psicodélico. Perdí el sentido de la razón. No tenía ni puta idea de lo que estaba viviendo, pero estaba pasándolo muy mal. Todas estas sensaciones me anularon hasta el punto en el que pensaba que lo que estaba viviendo eran los últimos recuerdos.
Realmente, lo estaba pasando tan mal, que pensé que si me quedara así para siempre mi vida cambiaría radicalmente: apenas podía moverme, cualquiera que hablara conmigo pensaría que tengo algún problema o retraso mental. Mi estado se me asemejaba mucho al de la típica persona que ves por la calle y todo el mundo la conoce “porque está loco”. Creía que me iba a quedar así hasta morir.
Así fue como lo viví. Sé que algunos pasarán de leerlo, ya que es un testamento bastante largo (no tengo problema, solo me apetecía descargar un poco), pero es que pienso que aunque lo leyeran, aunque entendieran mis palabras, las sensaciones que viví en ese momento son únicas y mías. Frustra intentar explicar algo y ver que las palabras son demasiado llanas como para abarcar un concepto tan abstracto y complejo. Es una sensación tan psicodélicamente indescriptible que no podría hacerlo entender.
La verdad es que ha condicionado mi posición previa a fumar marihuana, porque tengo miedo de que me vuelva a pasar. Además, ha hecho que últimamente cada cosa que vea la relacione con una época y diga: “eso ya pasó, no lo vas a vivir y te vas a joder”.
Pero bueno, más o menos empiezo a controlarlo, y espero que todo esto no deje mucha huella y que se trate de un presente loco que viví en una época de mi vida que recordaré con cariño por haberme otorgado madurez y experiencia.
Paz
Si tuviera que definirme en el momento, la palabra más obvia sería “drogado”. Me estaba dando un viaje tan jodido que no sabía si me iba a recuperar, si me iba a quedar así para siempre o bien si mi condición normal como persona respecto al día a día iba a verse afectada. Notaba que la huella que estaba dejando en mi mente era de bastante peso.
Realmente, no espero que nadie logre entender al 100% lo que viví (aunque supongo que esto lo pensará todo el mundo que haya tenido un bad trip muy brutal). Para mí en el momento me parecía imposible que alguien lo viera de la misma forma que yo.
El trabe consistía en que lo que vives día a día, cada momento específico (jugar con el ordenador, echar un polvo, escuchar una canción concreta y la sensación que te produce, hablar con una persona determinada…) son momentos que pertenecen al presente, y todo lo que uno ejecuta lo hace en ese estatus temporal. Todo lo ejecutado en el presente luego queda acumulado en tu cerebro en forma de recuerdos, por lo que yo razoné que lo único que se vive es el presente, y que futuro y pasado no existen.
En principio esto no parece que se salga de lo normal, pero razoné lo siguiente: “claro, si todo lo que hacemos lo hacemos en el presente, y ahora mismo es el presente, me falta poco para morir, ya que es en el presente cuando se muere y es el presente lo que estoy viviendo ahora mismo”. Entonces empecé a pensar las diferentes situaciones a lo largo de toda mi vida en las que yo iba a morir o bien quedaba un tiempo relativamente corto antes de pasar a la historia.
Me imaginé mi presente como muchos presentes distintos entre sí a lo largo de toda mi vida y me imaginé a mis seres queridos viviendo esa sensación; sensación de que vamos a morir YA. Es como ser hiperconsciente de que cada momento es único y de que puede ser el último de tu vida.
El razonamiento más obvio sería “tranquilo, estás sano, vas a morir dentro de mucho tiempo y no tienes por qué tratar de vivir la sensación previa a morir ya que ahora no vas a hacerlo”. Pero claro, la huella que habían dejado las diferentes sensaciones y razonamientos que había hecho hasta el momento habría crecido, y eso junto con el efecto del cannabis me imaginé a mí y a mis amigos siendo viejos de 90 años, que iban a morir pronto; en el presente.
Todo esto me surgió porque recuerdo con mucho cariño épocas de mi pasado. Pero un día pensé: “pues ahí se quedaron; tuvieron su momento y no lo vas a volver a vivir en la vida, porque tienes 20 años y no puedes volver atrás en el tiempo”. Este pensamiento activaba un mecanismo de retroalimentación sobre toda esta paranoia y hacía que yo estuviera viviendo lo que ya he descrito: los momentos previos a la muerte.
Ya sé que parece raro, pero es que todavía lo es mucho más: me imaginé teniendo la vida de otras personas (gente normal, famosos, amigos, gente que ya ha muerto…)… Cada persona es un mundo y viendo todo lo que viví este día, fui realmente consciente de que es imposible ver la vida como la ve otra persona. De esta forma sentí que se estaba perdiendo un montón de conocimientos, ya que hay alguna serie de conocimientos que son únicos (como podría ser el enfoque de este problema). En este sentido, ¿te imaginas ser otra persona? Me estrujé el cerebro una y otra vez con el objetivo de dilucidar las sensaciones, pensamientos y razonamientos que elabora gente aleatoria.
Esta última paranoia de imaginarme haber sido todas las malditas personas que han poblado este planeta se mezcló con la edad y todo se volvió caótico y psicodélico. Perdí el sentido de la razón. No tenía ni puta idea de lo que estaba viviendo, pero estaba pasándolo muy mal. Todas estas sensaciones me anularon hasta el punto en el que pensaba que lo que estaba viviendo eran los últimos recuerdos.
Realmente, lo estaba pasando tan mal, que pensé que si me quedara así para siempre mi vida cambiaría radicalmente: apenas podía moverme, cualquiera que hablara conmigo pensaría que tengo algún problema o retraso mental. Mi estado se me asemejaba mucho al de la típica persona que ves por la calle y todo el mundo la conoce “porque está loco”. Creía que me iba a quedar así hasta morir.
Así fue como lo viví. Sé que algunos pasarán de leerlo, ya que es un testamento bastante largo (no tengo problema, solo me apetecía descargar un poco), pero es que pienso que aunque lo leyeran, aunque entendieran mis palabras, las sensaciones que viví en ese momento son únicas y mías. Frustra intentar explicar algo y ver que las palabras son demasiado llanas como para abarcar un concepto tan abstracto y complejo. Es una sensación tan psicodélicamente indescriptible que no podría hacerlo entender.
La verdad es que ha condicionado mi posición previa a fumar marihuana, porque tengo miedo de que me vuelva a pasar. Además, ha hecho que últimamente cada cosa que vea la relacione con una época y diga: “eso ya pasó, no lo vas a vivir y te vas a joder”.
Pero bueno, más o menos empiezo a controlarlo, y espero que todo esto no deje mucha huella y que se trate de un presente loco que viví en una época de mi vida que recordaré con cariño por haberme otorgado madurez y experiencia.
Paz