Catastrofes a gran y pequeña escala

[RaS_TaFaR]

A parte de todas las desgracias que estan ocurriendo en la Pachamama , donde el hombre es culpable el 99'5 % de las ocasiones, me gustaria comentaros, para desahogarme un poco la "mini" catastrofe que me ha ocurrido.

Unos chavales me han robado unas plantas de yerba 2 dias antes de que las fuera a cosechar :x , (Flo de unos 3m y una Sensi Skunk del mismo tamaño) . El caso es que yo vivo en un pueblecito, con lo cual al final todo se sabe (y como todos somos mocos en este pañuelo de Mundo) pues me he enterado . Pero , ¿que le voy a hacer a un crio de 15 años ? ¿ Tal vez un tiron de orejas, hablar con los padres ... ?
No se a donde vamos a llegar, se supone que vivimos en el siglo XXI pero nos comportamos como Neardentales, se supone que nuestra cultura avanza, pero ¿hacia donde? No digo esto solo porque me hayan robado la yerba, sino por lo que estamos retrocediendo en mentalidad.
Es hora de proporcionar una educacion sana basada en el respeto a los demas y por los demas, digo esto por los ultimos titulares que he visto en las noticias de "acoso entre chavales" aunque podriamos aplicar esto a todas las guerras, al terrorismo, etc ...
Espero que las generaciones venideras tengan un poco mas de respeto por si mismas, por las pasadas y por las siguientes pero si no somos nosotros quienes les inculquemos esa mentalidad ¿quien sera? ¿Padres que han robado, maltratado o provocado y apoyado guerras ? ¿La telebasura?. De seguir asi al final los chavales llevaran camisetas con el lema "Yo no pienso, yo veo la TV"



Un saludote

 

[Roger]

8) guenassssssss.............. sin duda alguna yo cojo al chaval este, lo llevo ante su padre y le pido que me devuelva todo lo robado, luego si el chaval quiere le enseño a tener sus propias plantas....

pero cierto es que cada dia los chavales estan mas "locos" por decir algo, yo con 15 años mis gamberradas eran tocar los timbres de las casas y echar a correr, o entrar en un huerto y comer alguna fruta pero ahora los chavales de 15 años... (sin comentarios).

 

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pues yo estoy con roger coje asos chavales los llevas a su casa y le cuentas u sus padres lo q a pasado, y q t d devuelvan lo q t han robado, entre otras cosas por q si no dices nada, ya estaran esperando a plantes el año q viene, tb estoy con roger en lo d los chavales d hoy en dia, no tienen nada q ver con los d hace 20años atras, cada vez esto va a peor , no se donde vamos a ir a parar pero seguro q a nada bueno

 

[zarbel]

El tema que ha sacado Rastafar a colación con su reflexión es un tema muy de actualidad entre educadores y psicólogos. Tras años de autoeducación infantil y juvenil, la sociedad está reculando, viendo los resultados de tan liberal sistema de educación.
No sirve ya la frase tan manida de "que haga lo qué quiera, su opinión es tan válida como cualquier otra, todos tienen derecho a pasar de curso, etc.".
Los psicólogos expertos en trato con menores ya se están manifestando al respecto: El sistema actual permite casos de ensañamiento, como el de la deficiente mental de Carabanchel (los menores se ensañaron con ella hasta desguazarla); las amenazas de cuatro chicos de diez años a una compañera, en Ponferrada, llegando el caso al Juzgado de Menores al decir la dirección del colegio que no recibía al padre de la niña y que el atropello había sido una falta leve.

Los niños, con independencia de que sean buenos o malos, hacen cosas que resultan gravemente perjudiciales y de consecuencias deplorables. Los adultos debemos demostrar en la práctica que damos respuestas adecuadas, no tanto a nuestro gusto cuanto a las necesidades de los ofendidos. Lo contrario es hacer dejación de nuestras obligaciones y un atropello a los derechos de protección del menor y de la víctima. Es cierto que algunas actitudes de los menores nos resultan incómodas, pero eso no nos puede hacer caer en la tentación de mirar para otro lado y no darnos por enterados.

Por ejemplo, si un menor visita este foro, deberíamos ayudarle, impidiendo que tenga acceso al mismo y enseñándole que existen unas normas que hay que respetar. Si no hacemos esto que es tan sencillo y que está en nuestras manos, los menores continúan su escalada de actos de transgresión hasta encontrar el límite. Es mejor que este límite lo hallen antes que después, en lo leve que en lo grave, por lo que la prohibición de minoría de edad y la respuesta adulta en el foro no es algo baladí. (Ya sé que puede mentir en la edad o visitar la página sin ser miembro, pero la cuestión es otra: que sepa que se respetan las normas y que él también está incluido).

La cuestión es que ¡Más vale prevenir!.

No voy a extenderme sobre las conductas crueles de grupos de menores hacia otros menores, generalmente más pequeños, que causan muchas más víctimas de las que nos imaginamos, haciendo que estas personas se sientan menospreciadas, perseguidas, humilladas sistemáticamente por compañeros de su colegio.

El problema es que la angustia de estos niños no es escuchada debidamente, no es atendida por sus padres y profesores, porque no dan importancia al sufrimiento grave que soportan y que les hace sentirse muy mal. El sufrimiento deriva de una crueldad no sólo física, es moral, es hacer que la víctima pierda la confianza básica, imprescindible para su desarrollo y madurez personal, dándose personas que no resuelven su pérdida de confianza y desarrollan como adultos inseguros o agresivos.

Hemos convertido lo excepcional en lo ordinario. Lo excepcional sería que los niños fuesen al psicólogo, al pedagogo o al asistente social, pero se han convertido estas visitas en algo rutinario, que lleva a muchos padres a renunciar a su propia responsabilidad y muchos profesores a una pasividad inaceptable, esperando que se produzca el cambio en ese niño, esperando un milagro.

En nuestro sistema educativo, al haberse convertido lo excepcional en norma, el fracaso escolar está garantizado; son los bueyes los que han de tirar del carro y sólo cuando se rompe un eje hay que aportar una ayuda especial hasta sacarlo del atolladero, pero esta ayuda especial no puede ser la norma. Son los padres quienes han de educar a los hijos, no psicólogos, pedagogos ni asistentes sociales.

Un hijo no puede ser fruto de una noche de juerga ni de un despiste, la paternidad responsable es algo más serio y más profundo que unas nociones sobre educación sexual o sobre anticonceptivos.