ENCUENTRAN PLANTAS DE CANNABIS EN EL JARDÍN DE LOS REYES DE NORUEGA.
Los Reyes de Noruega, Harald y Sonia, desayunaron ayer con una inesperada noticia publicada en el diario Vaart Land. Un jardinero, arreglando los alrededores de la mansión real, encontró varias plantas de cannabis en un extremo. Ante el inesperado acontecimiento, que no es la primera vez que sucede, las autoridades municipales de Oslo, tras comprobar la veracidad del asunto, han tomado cartas en el asunto.
Un famoso botánico, Steinar Volden, confirmó a ese periódico noruego que se trataba de una planta de cannabis. A su juicio había sido sembrada hace un año. El Ayuntamiento, que se encarga del cuidado del parque que rodea la mansión, abierto al público, procedió a arrancar el nuevo inquilino de forma fulminante.
Da la casualidad que los alrededores del palacio fueron un punto de encuentro de drogadictos en los años sesenta. Sin embargo, la planta es más reciente. "No tenemos ni idea de quién ha podido ponerlas", ha dicho Sven Gj. Gjeruldsen, jefe de información de la Casa Real. Fuentes de Palacio han asegurado que no saben si estas plantas se pusieron como decorado sin saber de qué se trataba o si fueron introducidas clandestinamente por algún cultivador valiente.
Éste no es único problema que la familia real noruega ha tenido con el mundo de las drogas. Mette-Marit, la mujer del Príncipe Haakon, tuvo un pasado oscuro plagado del excesos. Por otro lado, el marido de la princesa Marta Luisa, un escritor de segunda fila, dirigió un documental en el que unas prostitutas consumían cocaína.
Los Reyes de Noruega, Harald y Sonia, desayunaron ayer con una inesperada noticia publicada en el diario Vaart Land. Un jardinero, arreglando los alrededores de la mansión real, encontró varias plantas de cannabis en un extremo. Ante el inesperado acontecimiento, que no es la primera vez que sucede, las autoridades municipales de Oslo, tras comprobar la veracidad del asunto, han tomado cartas en el asunto.
Un famoso botánico, Steinar Volden, confirmó a ese periódico noruego que se trataba de una planta de cannabis. A su juicio había sido sembrada hace un año. El Ayuntamiento, que se encarga del cuidado del parque que rodea la mansión, abierto al público, procedió a arrancar el nuevo inquilino de forma fulminante.
Da la casualidad que los alrededores del palacio fueron un punto de encuentro de drogadictos en los años sesenta. Sin embargo, la planta es más reciente. "No tenemos ni idea de quién ha podido ponerlas", ha dicho Sven Gj. Gjeruldsen, jefe de información de la Casa Real. Fuentes de Palacio han asegurado que no saben si estas plantas se pusieron como decorado sin saber de qué se trataba o si fueron introducidas clandestinamente por algún cultivador valiente.
Éste no es único problema que la familia real noruega ha tenido con el mundo de las drogas. Mette-Marit, la mujer del Príncipe Haakon, tuvo un pasado oscuro plagado del excesos. Por otro lado, el marido de la princesa Marta Luisa, un escritor de segunda fila, dirigió un documental en el que unas prostitutas consumían cocaína.
