fertilizante de flora.

-milton-

Semilla
21 Febrero 2005
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Bueno la cosa es que de las 10 semillas que germine hace al menos 2 meses y medio,a quedado una hembra,debido a la falta de espacio( todo ilegal en mi casa) unas se fueron de pequeñas otra murio por un tomo de una enciclopedia todabia lo lamento,otra mostro que era machote y quedo esta vigorosa con errores. Toda esto lo escribo por mi carencia de cam.
La cosa es que compre el fertifox potenciado para este mes y medio mas que la voy a tener en crecimiento. y uno de flora que dice que es de flopracion pero las referencias son 7.7.13,5 cosa que me extraña por que tiene lo mismo de nitrogeno que de fosforo, y si una buena cantidad de potacio.
Bueno espero conseguir una cam y mostrarles a mi nena.
 

RaicesRasta

Semilla
9 Mayo 2005
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ok.... ya que estamos.... un artículo sobre fertilización......


PROBLEMAS DE CULTIVO. los nutrientes

por: Luis Hidalgo

Después de haber plantado nuestras pequeñas y ver como empiezan a crecer, enseguida comienzan las preocupaciones por las faltas de color, la forma de las hojas y otra serie de signos que reflejan el estado alimentario de la planta. Para intentar comprender qué es lo que está sucediendo, vamos a desveler los secretos de la nutrición en el cannabis.

Cuando se tiene que fertilizar un cultivo, hay dos puntos básicos e importantes que se deben tener en cuenta:

1º.- El suelo NO es solo un sustrato, sino también un ecosistema, especialmente la rizosfera. Si dañamos el equilibrio natural, romperemos la estabilidad biológica y química con consecuencias sobre la estructura del suelo, la fertilidad del mismo y, obviamente, sobre el cultivo.

Un sustrato al que hemos dejado secar por completo o ha sufrido inclemencias extremas de calor principalmente, así como sobrefertilización, se convierte en material inerte, ya que se destruye la práctica totalidad de la vida que contiene (bacterias y hongos beneficiosos), y ocurre una degeneración de la propia estructura que ayuda a la asimilación de nutrientes por las raíces (coloides). Esto es muy frecuente en cultivos en contenedores y macetas, dando lugar a que los mismos sean tratados como si fueran sistemas hidropónicos, en las que el sustrato solo interviene como sujeción de las plantas.

2º.- Es necesario reponer los nutrientes gastados por los cultivos, pero este es un proceso delicado y poco entendido. Con frecuencia los cannabicultores aplican más cantidad de fertilizante que la requerida y, la mayoría de las veces, más del doble o el triple del límite de sus necesidades. Cuando se aplica mayor fertilización que la necesitada, aparte del coste, se inducen carencias de microelementos, e independientemente, los efectos entre los diferentes tratamientos fertilizantes resultan perjudiciales.

LOS NUTRIENTES:

El cannabis es uno de los vegetales que tiene mayor capacidad de absorción de nutrientes y otros elementos (desechos orgánicos, inorgánicos, metales pesados, etc), a la vez que es capaz de metabolizarlos y transformarlos en materia aprovechable.

Esta cualidad no significa que para su óptimo desarrollo necesite gran cantidad de nutrientes, es más, en el caso del cannabis narcótico, sus necesidades son más bien escasas y, en parte, solo justificables en cultivos de cannabis industrial.

Esta característica es aprovechada por algunos fabricantes sin escrúpulos para vender, introduciendo todos sus productos, sean idóneos o no, como aplicables al cannabis narcótico, tan solo añadiendo una etiqueta con una hoja de marihuana.

Los vegetales como los animales necesitan una serie de elementos minerales, indispensables para su desarrollo.

Además del carbono (C), hidrógeno (H2) y oxígeno (O2). El cannabis, como todos los vegetales, precisa disponer de estos elementos en mayor o menor proporción, y se les denomina macroelementos (primarios y secundarios) y microelementos, respectivamente.

Son macroelementos primarios el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K). Los secundarios son el azufre (S), el calcio (Ca) y el m a g n e s i o (Mg),. Son microelementos, también llamados elementos traza, menores u oligoelementos, el hierro (Fe), el cobre (Cu), el manganeso (Mn), el boro (B), el cinc (Zn), cloro (Cl), molibdeno (Mo) y el sodio (Na).

Macronutrientes primarios:
Son los que se suelen añadir al suelo en operaciones regulares de abonado, generalmente porque las plantas los toman en cantidades importantes y no hay abundancia de los mismos, sobre todo cuando se cultiva en macetas y contenedores.

Macronutrientes secundarios:
Aunque las plantas los toman en cantidades importantes, las reservas naturales del suelo suelen bastar para las necesidades de la planta. Es aconsejable, sin embargo, añadir regularmente algún compuesto polivalente como prevención frente a carencias, especialmente en el caso de substratos artificiales.

Micronutrientes:
Las plantas los toman en cantidades muy pequeñas y se reflejan en miligramos (mg) o partes por millón (ppm). Los micronutrientes sólo representan una pequeña proporción de la necesidad global de fertilizantes, su importancia no debe subestimarse. Por ejemplo, desempeñan un importante papel en el soporte de la conversión enzímática de nutrientes a material vegetativo y tienen una función directa en el proceso fotosintético. Así mismo, si cualquier microelemento está a un nivel demasiado bajo o indisponible para el soporte de crecimiento, entonces otros importantes nutrientes de fertilizantes no funcionarán adecuadamente y se reducirá el potencial vegetativo.

EL NITRÓGENO: Es el elemento más importante en la nutrición vegetal; esta consideración no es exagerada si se piensa que es el elemento que en mayor cantidad es requerido por los vegetales; forma parte de las proteínas, ácidos nucleicos y otros compuestos de la célula vegetal y, además, es el único elemento del que no se dispone como mineral en la roca madre.

Para que exista nitrógeno a disposición de las plantas o bien el nitrógeno atmosférico, éste debe ser fijado (fijación) por alguno de los microorganismos del suelo, o bien ser recuperado de restos orgánicos (mineralización) o, por último, ser aportado por el hombre (fertilización).

El cannabis narcótico necesita nitrógeno en todo su ciclo biológico, pero interacciona inversamente con la producción del cannabinoide psicoactivo THC, por lo que su administración debe ser muy cuidadosa y metódica, reduciendo al mínimo su aporte en el periodo vegetativo y más aún en la fase de floración. Por el contrario el cannabis industrial exige grandes aportes de este elemento.

Aunque abunda en el aire, las plantas no lo pueden asimilar y sólo lo absorben de un compuesto (nítrico o amoniacal) a través de las raíces. (Una excepción: las leguminosas). La lluvia aporta al suelo pequeñas cantidades de nitrógeno en forma amoniacal, absorbible por las plantas. El nitrógeno ayuda al crecimiento de las plantas que, con suficiente hierro, presentan hojas color verde oscuro. La falta de nitrógeno produce plantas raquíticas, cuyas hojas tienden a amarillear, como si faltara hierro. Su carencia también se traduce en hojas pequeñas y deformadas, que pueden adquirir tonos rojizos, sobre todo en las hojas viejas; el ovario no alcanza su desarrollo completo. El exceso de nitrógeno produce un excesivo desarrollo de las plantas, con un incremento de hojas en detrimento de flores que lo deja en inferioridad de condiciones frente a las plagas, las enfermedades y los fríos. Al mismo tiempo, disminuye la cantidad y la calidad de la cosecha en todos sus aspectos.
Fuentes principales: 1. Nitrógeno amoniacal: NH4+ (nitrato amónico, amoníaco, fosfato mono-amónico). 2. Nitrógeno nítrico: NO3- (nitrato amónico, nitrato potásico, nitrato de calcio). 3. Nitrógeno ureico: NH2 (Urea )

EL FÓSFORO: Es uno de los macronutrientes esenciales. Esta esencialidad es debida a que entra a formar parte de los ácidos nucleicos, fosfolípidos, y otros componentes del material celular; así como por ser el elemento clave en el transporte de energía y por i n t e r ve n i r en la respiración, la fotosíntesis y reducción de los nitratos.

El fósforo induce la formación de un activo y potente sistema radicular por lo que resulta especialmente indicado para el desarrollo de la estructura de la planta. Favorece la floración e influye marcadamente en la calidad y cantidad de las semillas. Los cultivos son más resistentes a las plagas y enfermedades y responden mejor a los efectos negativos abióticos (granizos, vientos, sequías, inundaciones, etc). Activa la flora microbiana del suelo con lo que se favorece la descomposición de la materia orgánica y la fijación del nitrógeno atmosférico.

El cannabis toma de la solución nutritiva del suelo la mayor parte del fósforo que necesitan durante la etapa de formación del sistema radicular, motivo por el que debe ser aportado al comienzo del cultivo. Esto contradice muchos informes y tópicos en los que indican su aplicación casi exclusiva en la etapa o fase de floración, no obstante es conveniente un incremento moderado durante esta fase.

El suelos básicos o calcáreos muy ricos en calcio, o bien si el agua de riego es calcárea, el fósforo aportado pasa rápidamente a ser insoluble y no es asimilable por las plantas, por lo que es necesaria su corrección y un aumento moderado en la aportación de este elemento.

En la mayoría de los suelos españoles se encuentra en cantidades bajas y en forma de fosfatos tricálcicos, insolubles en agua, que lentamente pasan a la solución del suelo, por lo que se hace necesario un correcto abonado en nuestros cultivos. El exceso de fósforo puede inducir a carencias de Cinc y Hierro, aún cuando estos elementos se encuentren en suficiente cantidad a disposición de la planta. Los elementos carenciales, en este caso, deben ser suministrados por vía foliar. La carencia produce hojas pequeñas, con el ápice de color verde más claro que la zona del pedúnculo. Si la hoja tiene el tamaño normal, puede adquirir una tonalidad purpúrea. Aparecen zonas necrosadas marginales en la parte del ápice, generalmente con el tiempo fresco.

Fuentes principales: Se encuentra en el abono líquido en forma de fosfatos: PO43-, HPO42-, H2PO4- (ácido fosfórico, fosfito potásico, fosfato monopotásico, polifosfato de amonio).

EL POTASIO: Es uno de los elementos esenciales mayores, es decir, que en mayor cantidad se encuentra en las plantas. Su esencialidad no se basa en que directamente forme parte de moléculas que pudiéramos llamar esenciales sino, más bien, porque su presencia regula fenómenos o procesos vitales tales como: economía del agua, metabolismo de glúcidos y proteínas, etc.

En este sentido, incide en la absorción vía radicular y foliar, en la apertura y cierre de estomas y resistencia de las plantas a la salinidad, sequía y frío. Regula la turgencia celular, es decir pone a punto el sistema en el que han de producirse las reacciones vitales, algunas de las cuales, parece ser, cataliza.

La presencia de potasio en cantidades adecuadas facilita la formación de órganos ricos en agua y azúcares en las raíces y semillas, favoreciendo la consistencia de tallos y brotes. El potasio es móvil en la planta, por lo que, su deficiencia se manifiesta en hojas viejas (sequía del ápice y bordes, así como hojas pardas), siendo una deficiencia grave cuando esto ocurre. Siempre con anterioridad transcurre un periodo de subcarencia sin síntomas apreciables en el caso del cannabis.

El potasio del suelo es más o menos movilizable por la actividad de los microorganismos o por la acción de los abonos tales como el superfosfato de calcio, sulfato amónico o enmiendas como la cal, resultando aprovechable por el cannabis a corto plazo. El potasio en forma soluble aportado por el hombre es directamente asimilable. Dado que el potasio es bien retenido por los coloides del suelo, salvo en suelos arenosos o limoarenosos, no deben temerse pérdidas por lixiviación y, por tanto, es aconsejable que los abonos que lo contienen se distribuyan un mes antes de la siembra. La deficiencia produce una reducción del crecimiento de la planta. Las hojas son más pequeñas de lo normal, con manchas de color tabaco en el ápice. A veces los bordes se enrollan. No hay una diferenciación clara entre la zona sana y la enferma.

Fuentes principales:
Se encuentra en el abono líquido en forma de K+ (nitrato potásico, fosfato monopotásico, sulfato potásico, cloruro de potasio).

EL AZUFRE: Respecto a su importancia baste decir que entra a formar parte de compuestos esenciales para la vida tales como los aminoácidos cisteína, cistina y metionina, así como en algunos coenzimas necesarios para el metabolismo de las células de las plantas; está relacionado con la respiración, con el transporte de los aminoácidos y con las síntesis de algunas vitaminas del grupo "B". No forma parte de la clorofila, pero parece que está asociado a este pigmento. Aproximadamente el 70% del azufre procedente de los aminoácidos de las hojas está localizado en los cloroplastos.

El azufre supone entre el 0.2 y el 0.3 de la materia seca del cannabis, cantidad comparable a la que las plantas demandan de fósforo.

Los efectos que produce la deficiencia de azufre son similares a los que ocasionan las carencias de nitrógeno.

El azufre forma parte del suelo como sulfato de calcio, magnesio y sodio, y llega a él a través de los restos de las cosechas, de los estiércoles, de algunos fertilizantes o directamente como enmienda. La utilización continuada de fertilizantes carentes de azufre, la eliminación de los restos de la cosecha y la no aportación de estiércoles ha hecho que, en ocasiones, hayan aparecido síntomas carenciales achacables a la falta de este elemento.

Fuentes principales: Se encuentra en el abono líquido en forma de SO3 (Sulfato amónico y sulfato potásico)

EL CALCIO: La esencialidad de calcio (Ca) queda patente por su intervención en la síntesis de la pectina, principal constituyente de la lámina media, y del ácido beta-indolacético, así como en la formación y metabolismo del núcleo y mitocondrias, por lo que resulta imprescindible para el normal desarrollo de las raíces, ramas y brotes y, en general, de cualquier órgano de crecimiento. El calcio no es móvil en la planta por lo que su deficiencia se pone de manifiesto en la zona de crecimiento: Meristemos terminales. Su carencia produce un desarrollo anormal en todo la planta. Las hojas muestran clorosis intensa en la parte apical, pasando el color del amarilloverdoso de las hojas jóvenes, al amarillo-anaranjado en las más viejas., que pueden presentar también zonas necrosadas y rasgadas. El sistema radicular se desarrolla poco, y puede adquirir una consistencia gelatinosa. No hay que confundir esta carencia con la de boro. En la carencia de calcio, las venas de las hojas viejas son de color más claro, y no hay brotes tierno.

En muchas ocasiones, las carencias cálcicas definidas por las expresiones anteriores son realmente los síntomas de carencias más complejas y mal definidas, por lo que, la aplicación de calcio no es suficiente y la presencia de boro (B) en unos casos, de magnesio (Mg) en otros, etc, lleva al cultivo a la normalidad deseada.

Unos 2/3 del calcio que las plantas toman del suelo es absorbido pasivamente junto con el agua que demanda la transpiración; cuando la transpiración es muy baja durante un periodo largo de tiempo (invernaderos con mala aireación y una humedad relativa elevada) o por el contrario, cuando se produce una sequía prolongada, pueden inducirse deficiencias cálcicas. La carencia de oxígeno (suelos y macetas encharcadas), dificulta la asimilación del calcio; la carencia de boro reduce el transporte de calcio desde las raíces a los meristemos apicales. En suelos ricos en calcio pero carentes de hierro (Fe) en forma asimilable, pueden presentarse carencias de calcio debido a que la deficiencia de hierro induce una drástica reducción en la absorción de calcio. Los excesos de sales sódicas (carbonato, cloruro o sulfato sódico) reemplazan el calcio y magnesio (Mg) produciendo un desequilibrio en la asimilación de estos elementos. El calcio desplaza otros metales (Mn, Zn, Cu) de los quelatos por lo que influye negativamente en los fenómenos de quelación y transporte de estos elementos. Un exceso de calcio puede interferir en la asimilación del manganeso (Mn).

El cannabis es poco consumidor de calcio, y tan solo en el caso de producción de semilla, sería necesario un pequeño aporte suplementario.

Fuentes principales:
Se encuentra como Ca (calcio quelatado o complejado, cloruro de calcio, fosfatos y nitratos de calcio).

EL MAGNESIO: Sobre EL carácter esencial del magnesio baste decir que no solo entra en la estructura de la clorofila sino que también está involucrado en el enlace de las subunidades que constituyen los ribosomas y en el metabolismo del fósforo ya que interviene en su absorción, transporte y en la transferencia de fosfato desde el ATP; en general, interviene en las relaciones enzima-sustrato y, en ocasiones, en el equilibrio de diversas reacciones tanto de síntesis como del metabolismo energético, formación de lípidos, xantofila, caroteno, etc. Con el calcio interviene en la producción de pectina y fitinas.
El magnesio es consumido en grandes cantidades por las plantas, por lo que cada vez se hace más necesaria su aportación a los cultivos.
Los excesos de calcio, potasio y sodio (Na) pueden ocasionar carencias de magnesio por antagonismo; lo mismo puede ocurrir en suelos básicos. El nitrógeno nítrico favorece su asimilación. Es muy móvil dentro de la planta, por lo que, cuando falta, emigra de las hojas viejas a las jóvenes, manifestándose sus síntomas en aquellas.
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por:Luis Hidalgo

En el número anterior de la revista hicimos una introducción sobre los fertilizantes y detallamos los macroelementos (primarios y secundarios). Son macroelementos primarios el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K). Los secundarios son el azufre (S), el calcio (Ca) y el magnesio (Mg).

En este número vamos a intentar detallar los microelementos y la necesidad de estos por el cannabis narcótico. También llamados elementos traza, menores u oligoelementos, son el hierro (Fe), el cobre (Cu), el manganeso (Mn), el boro (B), el cinc (Zn), el cloro (Cl), el molibdeno (Mo) y el sodio (Na).

EL BORO.- Es uno de los elementos considerados como esenciales.

En la actualidad aun no está establecido cual es su papel en el metabolismo celular, parece ser que participa en la síntesis del ácido ribonucleico (ARN) y facilita el transporte de azúcares a través de las membranas y la degradación de la glucosa, que regula el contenido de fenoles y que está involucrado en el metabolismo de las auxinas, sobre todo del ácido gibberélico.

En general, estimula el crecimiento de los tejidos del cambium y de los meristemos apicales y favorece la producción de polen y la fecundación.

Los excesos de calcio y potasio acentúan los síntomas de deficiencias de boro en algunos vegetales. La toxicidad debida a excesos de boro disminuye con aportaciones de Calcio pero no con Potasio.

En suelos básicos y ricos en calcio (muy comunes en la península), disminuye la disponibilidad de Boro como consecuencia de su inmovilización. Por otro lado, en los suelos ácidos, sueltos y arenosos (como le gusta al cannabis narcótico), se pierde disuelto en el agua de los riegos.

La marihuana es una gran consumidora de boro. Los estados carenciales debidos a deficiencias en la asimilación de boro se caracterizan porque sus síntomas aparecen tardíamente. El primero, difícil de evaluar, pero que se presenta constantemente, es la disminución paulatina de la producción de semillas. Los pecíolos se agrietan y las hojas son pequeñas y quebradizas. El boro se aplica junto con el molibdeno y el calcio para facilitar su movilidad y la producción de polen y la fructificación. Su necesidad es más observada por los productores de semillas que en los cultivos de sinsemilla, a los cuales también perjudica.

Su aplicación siempre se realiza en la etapa vegetativa alta, con suficiente masa foliar y antes de comenzar la floración. Para la producción de semillas se ha de realizar otro tratamiento después de la polinización.

Su aplicación es por vía foliar en la etapa vegetativa y por vía radicular después de la polinización. Las dosis elevadas suelen ser fitotóxicas. El boro y el molibdeno nunca aparecen quelatados o complejados, sino en su forma más soluble.

Fuentes principales:
Ácido bórico, borato de sodio, boro etanolamina o borax. La riqueza de Boro, suele estar expresada en boro elemental (B) o en trióxido de boro (B2O3). Si se quiere transformar el contenido de boro elemental en trióxido de boro se multiplicará por 3,2 y en caso contrario, se divide por la misma cantidad.

COBALTO.- Hasta el momento no ha sido demostrada la esencialidad del cobalto para el normal crecimiento y desarrollo de los vegetales en general. No obstante hay dos hechos que justifican su aplicación cuando no se encuentra en suficiente cantidad a disposición de los cultivos de las leguminosas y algunos frutales, pero no son aplicables al cannabis narcótico, si bien, algunas variedades de alta potencia crecen en suelos ricos en este elemento.

Fuente principal:
Sulfato de cobalto pentahidratado o heptahidratado (CoSO4. 5 ó 7H2O). Contiene un 20% de Cobalto aproximadamente.

COBRE.- El cobre es componente de diversos enzimas de las plantas e interviene también en la fotosíntesis formando parte de las proteínas que participan en el transporte de electrones y en su biosíntesis, tales como las oxidasas del ácido ascórbico, del fenol y del fitocromo (ésta también contiene hierro), ya que su deficiencia al igual que la de zinc paraliza la síntesis de estas. Favorece la asimilación de nitrógeno y actúa como estabilizador de la clorofila.

Aunque los síntomas de su deficiencia varían mucho de unas especies a otras. En el cannabis es raro, pero a veces suele aparecer una necrosis del ápice de las hojas jóvenes que progresa a lo largo del margen de la hoja, pudiendo quedar los bordes enrollados con el ápice blanco. Las hojas pueden presentar clorosis, muriendo a menudo los brotes jóvenes, sobretodo en suelos muy ricos en materia orgánica.

Su carencia también puede presentarse en suelos que reciben fuertes aportaciones de fosfatos pues, parece ser, se forman tres complejos de cobre insolubles.

Este tipo de carencias se soluciona aportando cobre por vía foliar, por el contrario, si las aportaciones sucesivas de cobre a través de tratamientos fiotosanitarios produjeran efectos fitotóxicos, estos podrían ser controlados con aplicaciones de fósforo.

Las deficiencias de cobre son también características de suelos calizos y de suelos arenosos muy lavados. No se conocen otros antagonismos de este elemento. Las necesidades de cobre en el cannabis suele coincidir con las primeras etapas de crecimiento.

Fuentes principales:
Sufato de cobre pentahidratado (CuSO4. 5H2O) y nitrato de cobre trihidratado (Cu(NO3)2. 3H2O). Contiene un 25% de Cu el primero y la solución saturada en un litro contiene 360 gramos de Cu el segundo. Se aplica en forma de quelatos o complejos.

HIERRO.-.El hierro tiene también función como componente estructural y como cofactor enzimático. Es esencial para la síntesis de la clorofila. Aproximadamente el 75% del hierro presente en las plantas está asociado a los cloroplastos, de ahí el importante papel que desempeña en la fotosíntesis.

Es el micronutriente que en mayor cantidad consumen las plantas. Está estructuralmente involucrado en las sulfa-ferro-proteínas que constituyen los dos componentes del complejo enzimático responsable de la fijación biológica del nitrógeno atmosférico, en los lípidos lamelares del núcleo, mitocondrias, citocromos, ferredoxina, etc. Debido a su inmovilidad, el síntoma más característico es una clorosis general de las hojas jóvenes, que puede aparecer como intervenal, pero que al cabo del tiempo también los nervios acaban perdiendo la clorofila.

Las deficiencias de hierro están extendidas a casi todos los suelos, debido a que solo es soluble a un pH muy ácido. Únicamente en suelos muy ácidos se encuentra este elemento disponible fácilmente para las plantas. En los suelos con mucho fósforo, zinc, manganeso, cobre o molibdeno en exceso pueden aparecer deficiencias férricas, y también en carencias de potasio.

La aplicación excesiva de hierro puede llevar a un exceso del mismo en las hojas que se traduce en un defecto de manganeso, el cual se manifiesta por clorosis tenue y generalizada que en el cannabis suele aparecer siempre por excesos de otros nutrientes como los citados anteriormente, sobre todo el fósforo.

F u e n t e s principales:
Sulfato de hierro heptah i d r a t a d o ( F e S O 4 . 7H2O) en forma de quelato para que pueda ser asimilado por las plantas con diferentes niveles de pH y altos contenidos en calcio (Ca). Hay que destacar que estos quelatos son fotosensibles por lo que deben ser aplicados al suelo disueltos en agua y tapados a continuación. Las aplicaciones foliares se realizarán al amanecer y al anochecer.

MANGANESO.- El manganeso también está relacionado con la fotosíntesis, actuando durante el proceso de liberación de oxígeno. Su presencia es también fundamental para la actividad de diversos enzimas relacionados con el ciclo de Krebs. Es esencial en la síntesis del ácido fosfático. Lo contienen los cloroplastos a los que da estabilidad.

Los síntomas de deficiencia de manganeso varían bastante de unas especies a otras, pero el más frecuente es una clorosis intervenal, pudiendo también aparecer manchas necróticas en las hojas. Generalmente los síntomas suelen aparecer primero en las hojas más jóvenes, aunque también se dan casos de aparición anterior en las hojas viejas.

En este elemento al igual que el hierro suelen ser deficientes los suelos calizos y de alto contenido en materia orgánica pobres en potásio. Cuando el manganeso se encuentra en concentraciones elevadas puede inducir una deficiencia de hierro, debido a los efectos competitivos que se establecen entre ambos. Esto se agrava en suelos compactos y con drenajes deficientes cuando existe exceso de humedad y temperaturas bajas.

En suelos neutros o ligeramente alcalinos, bien oxigenados, también pueden presentarse carencias de manganeso por pasar a formas oxidadas, insolubles e inaprovechables por las plantas. Su movilidad en la planta no está bien definida; los síntomas carenciales pueden aparecer ya en hojas viejas ya en hojas jóvenes, incluso en los cotiledones.

Fuentes principales:
En el mercado existen quelatos, flavonoides y sales minerales, pero lo más utilizada es el sulfato de manganeso monohidratado (MnSO4. H2O) que contiene un 28% de Mn, y el nitrato de manganeso tetrahidratado (Mn(NO3)2. 4H2O).

MOLIBDENO.- La función fundamental del molibdeno en el metabolismo vegetal está relacionada con la fijación del nitrógeno atmosférico y con la asimilación de los nitratos. Por ello los síntomas de su deficiencia son más acusados cuando el nitrógeno se suministra en forma de nitrato que en forma de ion amonio. En las plantas con deficiencia de molibdeno los niveles de azúcares y de vitamina C son bajos. Se utiliza además para frenar el crecimiento vegetativo y potenciar la floración.

Los síntomas de deficiencia comienzan con una clorosis intervenal pudiendo confundirse con una deficiencia de manganeso. Las zonas cloróticas pueden necrosar logrando que la hoja se seque por completo. La floración se ve inhibida y si llegan a formarse flores están caen antes de formarse el fruto. Este es el único elemento cuya carencia se acentúa al aumentar la acidez del suelo. Se aplica por vía foliar y radicular en la prefloración. En el primer caso ha de haber un nivel alto de humedad y procurar mojar el envés de las hojas. El fósforo favorece su asimilación.

Fuente principal:
El molibdato de amonio ((NH4)6Mo7O24) que contiene un 60% de Mo. No existe en forma de quelatos.

ZINC.- El zinc (cinc), está relacionado directamente con el crecimiento vegetal debido a su participación en la biosíntesis de deshidrogenasas, proteínas y peptidasas, así como algunas fitohormonas. Las plantas deficientes en zinc presentan bajos niveles de ácido indolacético. También interviene como activador de diversos enzimas. Su deficiencia también inhibe la síntesis de proteínas.

La deficiencia parece estar acompañada de una drástica disminución del ARN, del número de ribosomas de las células y de su estabilidad. Pueden aparecer tanto en suelos ácidos, sueltos y fuertemente lavados como en alcalinos, en los que el zinc no se encuentra en forma asimilable.

Los primeros síntomas corresponden a una clorosis localizada entre los nervios de las hojas más viejas, que se suelen iniciar en el ápice y en los bordes. Se produce un retardo en el crecimiento que se manifiesta en forma de hojas más pequeñas y entrenudos más cortos.

El aspecto irregular de las hojas es quizás el síntoma más fácil de reconocer. En casos extremos, la floración y la fructificación son frecuentemente afectados. La planta entera adquiere un aspecto achaparrado.

Las deficiencias de zinc se presentan fundamentalmente en suelos calizos, debido a que el zinc solo es soluble a pH ácido, o con una riqueza elevada en fósforo (P2O5), debido a un antagonismo entre ambos iones. También en los casos con exceso de nitrógeno (muy frecuentes en los cultivos de cannabis), el zinc es bien absorbido por las raíces, pero queda paralizado (bloqueado) en forma de complejos zinc-proteína.

Se aplica en la preparación de suelos y en los primeros estadios de crecimiento, pero no durante la floración ni en el verano. Si su carencia es como consecuencia de un exceso de nitrógeno se aplica por vía foliar en ausencia de luz, bien sea al atardecer o al anochecer como en el caso del hierro.

Fuentes principales: Sobre todo como sulfato de zinc pentahidratado (ZnSO4. 7H2O) en forma de quelatos o flavonoides. Contiene un 20% de Zn.

EL SODIO (Na).- Este microelemento se encuentra en suficiente cantidad en casi todos nuestros suelos y en los sustratos preparados. Las necesidades del cannabis son mínimas y jamás presenta problemas de carencias. Casi siempre va acompañado de cloro (Cl) que también aporta las cantidades mínimas necesarias.

Los problemas siempre son por excesos de esta sal y se utilizan correctores de suelos a base de sales orgánicas cálcio (Ca) de diversos ácidos carboxílicos que mejoran el drenaje y la estructura de los suelos. Podemos destacar las sales de los ácidos glucónico, glutámico, oxálico, fúlvicos, etc.

CONTROL DE LA SOLUCIÓN NUTRIENTE
La absorción relativa de los diversos elementos minerales por las plantas esta afectada por:

-Condiciones ambientales (temperatura, humedad, intensidad lumínica).
-Naturaleza de la cosecha.
-Estado de desarrollo de la planta.
-Como resultado de las diferencias de absorción
de los diversos elementos, la composición de la solución de nutrientes cambiará continuamente siendo necesario ejercer un control sobre ella.
-Volumen consumido (control de cantidad y frecuencia del riego)
-Concentración de la solución y conductividad eléctrica (CE)
-pH
-Concentración específica de los elementos nutritivos.

LA CONDUCTIVIDAD ELÉCTRICA (C.E).-
La concentración de la solución puede deducirse midiendo la conductividad eléctrica de la misma, mediante el uso de un conductivímetro que mida en milisiemens por centímetro, no en partes por millón que no nos sirve para nada.

Las sales nutritivas conducen la corriente eléctrica y así a mayor cantidad de sales nutritivas habrá mayor conductividad eléctrica.

Cuando el clima es seco, soleado y con viento la planta consume más agua que cuando el clima es húmedo y sombrío. En general puede decirse que la planta consume igual cantidad de nutrientes en ambos casos, pero diferente cantidad de agua. Así pues la concentración de la solución deberá estar acorde con las condiciones del clima.

El cannabis admite rangos de 900 a 1800 mls/cm, e incluso mayores, pero esto no significa que lo necesite.

El pH.-
El pH de la solución nutritiva es una medida del grado de acidez o alcalinidad de la solución. El cannabis puede tomar los elementos en un rango óptimo de pH comprendido entre 5.2 y 7.0, siendo el óptimo para la marihuana el comprendido entre 6.0 y 6.4.

El pH se puede medir si nuestro presupuesto no llega para un medidor digital, utilizando los reactivos indicadores Azul de Bromotimol (ABT) o Acido Alizarin Sulfónico (AAS) de venta en tiendas de productos químicos. Para medir el pH se procede como sigue. Se toman dos muestras de la solución de 2 centímetros cúbicos cada una en dos tubos de ensayo. Se le agrega una gota de cada reactivo disuelto en alcohol etílico al 20% a cada tubo y se agita; los colores resultantes se comparan con la carta de colores determinando así el pH.

Si es necesario se corrige utilizando soluciones acidificantes o alcalinizantes, ácido fosfórico o nítrico y carbonato de sodio anhidro respectivamente.
 

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Para cerrar esta serie, vamos a explicar la manera en que los productos comerciales contienen los nutrientes, cual es su contenido real, y como preparar y conservar nuestra propia solución nutriente.

Toda solución líquida tiene uno o más de los siguientes macroelementos: nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg) y azufre (S).

En la actualidad muchas de las soluciones más completas también contienen microelementeos para evitar y corregir carencias, aunque para esto último siempre se utilizan los microelementos carenciales específicos y por separado: hierro (Fe), zinc (Zn), manganeso (Mn), molibdeno (Mo), cobre (Cu) y boro (B) en forma mejor asimilable (quelatos).

Cualquier abono o fertilizante tiene que expresar su contenido, obligatoriamente, con su porcentaje, bien en relación peso/volumen (p/v), o según las últimas normas de la CE, en peso/peso (p/p) y siempre en el siguiente orden: N - P2O5 - K2O - CaO - MgO.

La forma de expresar los contenidos de nutrientes en porcentajes ha de tenerse muy en cuenta, ya que la diferencia es notable (los porcentajes de p/v son más elevados), y pueden llevar a engaño a los consumidores que creen que compran un producto altamente concentrado, cuando en realidad es todo lo contrario.

Para el Nitrógeno (N) se especifica su contenido total, si bien, se matiza en los porcentajes expresados de las diferentes formas químicas utilizables.

Éstas pueden ser en forma nítrica, amoniacal o ureica. Cada una de estas formas tiene unos efectos en el sustrato diferentes que provocan una absorción y asimilación distinta por las plantas, que a la vez depende del tipo de aplicación.

Para hacernos una idea del contenido de cada elemento podemos guiarnos por la siguiente igualdad: 1% de determinado nutriente en la fórmula = 10 Kg. del nutriente en 1 tonelada (1.000 Kg.) de fertilizante = 10 g del nutriente en 1 Kg. de fertilizante = 10.000 p.p.m. (partes por millón) del nutriente en 1 litro de solución.

Algunas formulaciones de nutrientes líquidos se expresan dando el nitrógeno como N; el Fósforo como P y no como P2O5; y el potasio como K, y no como K2O. Así pues y, aunque esto es ilegal, es necesario convertir NO3 en N, P2O5 como P y K2O como K, o viceversa, según cada caso. La conversión de esta naturaleza puede efectuarse utilizando los siguientes factores:

Ejemplo: En términos de pesos, 1 Kg. de fertilizante 15-5-30 contiene 22 gramos de P y 249 gramos de K.

ELEMENTOS N P2O5 K2O Peso del fertilizante (Kg.) 1 1 1 Contenido en nutrientes (%) x15 x5 x30

Oxido al nutriente puro x1 x0,44 x0,83 Factor de conversión de unidades x10 x10 x10 Contenido en nutrientes puros (gramos) =150 =22 =249

• N a NO3, multiplicar por: 4.43
• K a K2O, multiplicar por: 1.20
• P a P2O5, multiplicar por 2.29
• Ca a CaO, multiplicar por 1.106
• Mg a MgO, multiplicar por 0.909

Las unidades de Nitrógeno en el fertilizante deben expresarse como porcentaje en peso/peso de nitrógeno puro: N. y especificar las distintas formas de éste, ya sea nítrico NO3, amoniacal NH4 u orgánico N-Org.

Las unidades de fósforo en el fertilizante deben expresarse como porcentaje en peso/peso de pentóxido de fósforo (o anhídrido fosfórico): P2O5

1 Kg. de P2O5 = 0.437 Kg. de P puro
1 Kg. de P puro = 2.288 Kg. de P2O5

Las unidades de potasio en el fertilizante deben expresarse como porcentaje en peso/peso de óxido de potasio: K2O.

1 Kg. de K2O = 0.83 Kg. de K puro 1 Kg. de K puro = 1.204 Kg. de K2O

Las unidades de calcio en el fertilizante deben expresarse como porcentaje en peso/peso de óxido de calcio: CaO.

1 Kg. de CaO = 0.714 Kg. de Ca puro 1 Kg. de Ca puro = 1.399 Kg. CaO

Las unidades de magnesio en el fertilizante deben expresarse como porcentaje en peso/peso de óxido de magnesio: MgO.

1 Kg. de MgO = 0.603 Kg. de Mg puro 1 Kg. de Mg puro = 1.658 Kg. de MgO.

PESO ESPECÍFICO O DENSIDAD:

El peso específico o densidad del abono líquido es:

El peso en gramos de 1 cm3 de la solución, o bien el peso en Kg. de 1 litro de la solución ó el peso en toneladas métricas de 1 m3 de la solución. La densidad del abono se puede medir fácilmente con un densímetro. El conocimiento de la densidad del fertilizante es de suma importancia para llevar a cabo los cálculos de la dosificación, ya que el cálculo del abono necesario se hace en base a peso, pero a la hora de aplicar el abono en el campo, se manejan litros.

Conociendo la densidad del abono se pueden transformar litros en peso o peso en litros. Así, por ejemplo, si sabemos que la densidad de un abono es 1.2 (lo que significa que cada litro de abono pesa 1.2 Kg.) y queremos calcular cuántos litros necesitamos para aplicar 300 Kg. del abono, calculamos de la siguiente manera:

Ejemplo: Cantidad en Kg. a aplicar DIVIDIDO por la densidad del abono = litros de abono. Es decir: 300 Kg. dividido entre 1.2 = 250 litros de abono.

CONTENIDO DE LOS PRODUCTOS QUIMICOS MÁS USADOS:

-Abonos nitrogenados:
Nitrato amónico (16,75% N nítrico y 16.75% de amoniacal). CE (conductividad eléctrica): 1 gr./litro = 1.49 mmhos/cm., que corresponden a 1700 mlS/cm.
SOLUBILIDAD 20º C (Kg. abono/100 litros agua) = 197

Sulfato amónico (21% N y 24% azufre (SO3)). SOLUBILIDAD 20º C (Kg. abono/100 litros agua) = 74 CE: (conductividad eléctrica): 1 gr./litro = 2.14 mmhos/cm., que corresponden a 2066 mlS/cm.

Urea (46% N amídico o uréico). CE: No provoca aumentos. SOLUBILIDAD 20º C (Kg. abono/100 litros agua) = 106

Nitrato de calcio (ver calcio)

-Abonos fosfóricos:

Fosfato monoamónico (12% N y 60% fósforo P2O5) CE: (conductividad eléctrica): 1 gr. /litro = 0.8 mmhos/cm., que corresponden a 910 mlS/cm. SOLUBILIDAD 20º C (Kg. abono/100 litros agua) = 38.

Fosfato monopotásico (51% P2O5 y 34% K2O) CE: (conductividad eléctrica): 1 gr. /litro = 0.77 mmhos/cm., que corresponden a 750 mlS/cm. SOLUBILIDAD 20º C (Kg. abono/100 litros agua) = 160

Ácido fosfórico (dependiendo de su concentración (%) se multiplica por 0.724 = % de P2O5). CE: (conductividad eléctrica): 1 gr. /litro = 1.7 mmhos/cm., dependiendo de la concentración. SOLUBILIDAD 20º C (Kg. abono/100 litros agua) = miscible 100%

-Abonos potásicos:
Nitrato potásico (13% N y 46% de K2O) CE: (conductividad eléctrica): 1 gr. /litro = 1.2 mmhos/cm., que corresponden a 1386 mlS/cm. SOLUBILIDAD 20º C (Kg. abono/100 litros agua) = 32

Sulfato potásico (51% K2O y 47% de SO3) CE: (conductividad eléctrica): 1 gr. /litro = 1.4 mmhos/cm., que corresponden a 1760 mlS/cm. SOLUBILIDAD 20º C (Kg. abono/100 litros agua) = 12

Cloruro potásico (60% K2O y cloro (Cl)) CE: (conductividad eléctrica): 1 gr. /litro = 1.6 mmhos/cm. que corresponden a 1896 mlS/cm. SOLUBILIDAD 20º C (Kg. abono/100 litros agua) = 34 -Magnesio: Nitrato de magnesio (11% N en forma nítrica y un 9,5% de magnesio (Mg), equivalente a un 15,7% (MgO). CE: (conductividad eléctrica): 1 gr./litro = 0.86 mmhos/cm. que corresponden a 896 mlS/cm. SOLUBILIDAD 20ºC (kg abono/100 litros agua) = 42

Sulfato de magnesio (16% MgO y 31.7% SO3) CE: (conductividad eléctrica): 1 gr./litro = 0.83 mmhos/cm., que corresponden a 820 mlS/cm. SOLUBILIDAD 20ºC (kg abono/100 litros agua) = 71

-Calcio:
Nitrato de calcio (1,1% N en forma amoniacal y 14,4%, en forma nítrica, además de un 27% de CaO de los que el 19% son de calcio soluble). CE: (conductividad eléctrica): 1 gr./litro = 1.11 mmhos/cm., que corresponden a 1210 mlS/cm. SOLUBILIDAD 20º C (Kg. abono/100 litros agua) = 266

PREPARACIÓN DE UNA SOLUCIÓN MADRE CON ABONOS SÓLIDOS.
Para ello lo primero evidentemente será contar con un depósito o recipiente, normalmente de plástico y resistente a los ácidos, provisto de algún tipo de agitador manual, hidráulico o eléctrico, en donde prepararemos la solución a base de disolver el abono elegido con una determinada cantidad de agua.

En este punto, lo que nos importa es el grado de solubilidad de los abonos, con el fin de saber qué cantidad máxima de abono podemos incorporar, por ejemplo, en 100 litros de agua.

Para esta solubilidad máxima hay que tener presente dos factores: pureza del agua y temperatura de la misma. Evidentemente, a mayor pureza y temperatura, la solubilidad de los abonos es mejor.

Sin embargo, como la calidad de las aguas de riego es tan variable, para poder hacer pruebas comparativas de los distintos abonos, se realizan las disoluciones con agua destilada o desionizada.

Sabemos, no obstante, que con las aguas de riego dicha solubilidad puede ser algo menor dependiendo de la cantidad de sales que contenga, y que es en definitiva lo que nos va a dar la CE de la misma.

Este factor es inamovible para el cannabicultor, ya que dicha agua es la que tiene en su finca y normalmente es la única que puede utilizar.

El otro factor a tener en cuenta es la temperatura del agua. A mayores temperaturas, mejores solubilidades presentan los abonos. En algunas publicaciones se pueden ver tablas de solubilidades de distintos abonos, estandarizadas a 20º C.

Evidentemente esto puede servirnos de orientación, pero en el caso de los abonos nitrogenados hay que tener presente que se produce una reacción endotérmica, es decir, que se enfría de forma notoria el agua en que se disuelve el abono, de tal forma que se pueden obtener temperaturas alrededor de 0º C.

Así por ejemplo 1 kg. de nitrato amónico (33,5% de N) disuelto en 1 litro de agua puede dar lugar a una bajada de la temperatura de la solución de hasta -29º C.

Por ello, y teniendo en cuenta la dureza de las agua de riego que normalmente se emplean, junto con la ya mencionada bajada de temperatura, se recomienda como norma general, para todo tipo de abonos nitrogenados, disolver una parte de abono con dos partes de agua.

Resulta interesante tener en cuenta las equivalencias nutritivas de cada uno de los fertilizantes referidos, las cuales quedan recogidas anteriormente. Por ejemplo, una misma cantidad de nitrato amónico proporciona más del doble de nitrógeno que el nitrato cálcico.

Cuando se persigue la dosificación exclusiva de este nutriente y los incrementos de CE pueden ser limitantes del cultivo, es preciso tener claro las cantidades relativas de cada elemento necesarias para cubrir los requerimientos nutritivos de la plantación.

Para cultivos hidropónicos es muy importante incorporar tanto calcio como azufre, los cuales se suelen encontrar en suficiente cantidad en cultivos biológicos en suelos.

Las incompatibilidades entre nutrientes hace necesaria su aplicación desde al menos 3 envases diferentes para poder cubrir toda la gama de elementos nutritivos y activadores o estimulantes, necesarios para este tipo de cultivos. En cultivos industriales se añaden los elementos sólidos puros a los tanques de agua para economizar la producción.

Un buen fertilizante hidropónico siempre será un excelente fertilizante para cultivos en suelos o macetas, pero habrá que recalcular las unidades fertilizantes, teniendo en cuenta las que aporta un sustrato convencional, por tal motivo y como regla general, siempre se dosifica a mitad de dosis que en un cultivo hidropónico.

Formulaciones para calcular los porcentajes de las solubilidades:
El porcentaje (%) en peso/peso es igual: A la masa del soluto (abono sólido, por ejemplo: 50gr de nitrato amónico que contiene un 35,5% de nitrógeno (N), dividido entre la masa del soluto (los mismos 50g) más la masa del disolvente (agua, 100 mililitros/gramos) y el resultado multiplicado por 100.

Esto nos da un resultado de 33,333. Puesto que el nitrato amónico contiene un 35.5 % de nitrógeno total, se calcula sobre el resultado de 33.333, lo que nos da un porcentaje p/p de 11.16% de N en la solución creada.

Esto se representa de la siguiente forma:
50: (50+100) x (100) = 33.333.
El 35.5% de 33.333 = 11.16%.

Como hemos visto anteriormente de este porcentaje de N total en la concentración de la solución, en el caso del Nitrato amónico, corresponden a 5.58% de NO3 (nítrico) y 5.58% de NH4 (amoniacal).

Cálculo de la conductividad eléctrica (CE) de una solución:
La CE es un parámetro de suma importancia y muy a tener en cuenta por los cultivadores en sistemas hidropónicos. Las medidas vienen dadas en agua destilada (desionizada) y a una temperatura de 20º C.

La conductividad eléctrica (CE) del mismo ejemplo anterior de 50 gr. en 100 mililitros = 500 gr. en 1 litro (1000 ml), será de 1,49 CE (ver referencia) x 500 = 745 mh/cm., o lo que es una medida más común (milisiemens por centímetro cuadrado) será de 500 x 1700 (La CE del Nitrato amónico) = 8.500.000. Esta cantidad no debe asustarnos ya que estamos hablando de una disolución muy concentrada y con una CE muy elevada.

A la hora de dosificar el nitrato amónico para un riego hidropónico (es fitotóxico y no suele emplearse a conc e n t ra c i o n e s mayores del 10% del contenido total en nit r ó g e n o ) , u t i l i z a r í a m o s a p r o x i m a d a - mente, siempre según necesidades, unos 0,75 ml en un litro de agua, lo que correspondería a 0,375 gramos en 1 litro de solución de riego.

Esta concentración nos daría una CE de (1700 x 0,375)= a 637,5 mS/cm.

El aporte de N en este supuesto riego sería de 0,0132% por litro de agua. Si tenemos en cuenta que también tenemos que añadir fósforo, potasio y microelementos, el valor de la CE casi con toda seguridad se nos dispararía a niveles de fitotoxicidad. La solución es buscar y combinar elementos con suficiente aporte nutritivo y una CE aceptable para nuestro cultivo.

El cannabis narcótico tiene una asimilación y absorción de nutrientes óptimos en torno a los 1200/1800 mS/cm2, aunque su capacidad de absorción es muy superior, pudiendo llegar a 2200 perfectamente.

EJEMPLO DE LA PREPARACIÓN DE UNA SOLUCIÓN FERTILIZANTE PARA CULTIVOS EN TIERRA E HIDROPÓNICO:
En un bidón o recipiente de 5 litros se llena con 4 litros de agua destilada/desionizada. A continuación se añaden los siguientes elementos por orden, procurando no añadir el elemento siguiente hasta que no se haya disuelto el anterior. Una vez disueltos, se completan con agua hasta 5 litros.

Solución A de macroelementos para 500 litros de riego:
Fosfato monopotásico........ 425 gr. = 0,825% de P2O5 y 0,55% de K2O/5 litros Nitrato de Calcio................ 1050 gr. = 0,283% de N y 0,493% de CaO Nitrato de Potasio.............. 250 gr. = 0,186% de N y 0,67% de K2O Sulfato de magnesio........... 420 gr. = 0,258% de MgO y 0,512% de SO3. La concentración en peso/peso de la solución madre queda de la siguiente manera:
N i t r ó g e n o (N)....................... 0,469 %
F ó s f o r o (P)............................ 0,825 %
Potasio (K)............................ 1,220 %
Magnesio (Mg)..................... 0,258 %
Cálcio (Ca)............................ 0,493 %
Sulfato (S).......................... 0,512 %

Dosis: 3 ó 5 ml/litro en fase vegetativa y floración, pudiendo llegar hasta 7 ml/litro en casos de gran demanda de nutrientes. Las dosis en cultivos hidropónicos se pueden aumentar ligeramente.

Solución "B" de microelementos para 500 litros de riego:
De la misma forma que para la elaboración de los macroelementos, se prepara una botella o frasco de 1 litro y se añaden 750 ml de agua destilada. A continuación se añaden los siguientes elementos por orden. Una vez disueltos, se completa con agua hasta 1 litro.

Sulfato de hierro........................10,00 gr
Sulfato de cobre.........................0,25 gr.
Sulfato de manganeso.....................0,62 gr.
Sulfato de zinc..........................0,45 gr.
Ácido bórico (Borax).....................0,15 gr.
EDTA disódico (Agente quelatante)......... 4,00 gr.

Dosis: 2 ml/litro en vegetativo y floración, pudiendo llegar a 4 ml litro en casos de gran demanda de microelementos.

Las dos soluciones solo se han de mezclar entre sí para realizar la solución nutriente en presencia de los litros de agua que se vayan a utilizar, añadiendo primero la solución "A" y a continuación la solución "B".

Con estos datos y referencias, cualquiera puede desarrollar su propio fertilizante líquido e incluso, poder calcular la conductividad eléctrica (CE) de la solución nutriente sin necesidad de aparato alguno, tan solo nos basta conocer la del agua de riego que vayamos a utilizar.

NOTA: Obsérvese que la concentración de los nutrientes es, aparentemente, muy baja.

Esto es debido a que dichas concentraciones están reflejadas en peso/peso como ordena la legislación vigente. Si la reflejáramos en peso/volumen, aumentaría notablemente la misma, pero esto lleva a error y es uno de los engaños más frecuentes en los etiquetajes de los fertilizantes en el comercio. Las dosis de aplicación, sin embargo, son muy similares a las de cualquier producto "concentrado" del mercado.

Por ejemplo, un 18% en p/p de concentración de Fósforo equivale a un 30% en p/v. Esta y otras irregularidades en el etiquetado deben ser bien observadas por el cannabicultor para no caer en el engaño.

En esta preparación vamos a conocer la CE de cada macroelemento, ofreciendo como ejemplo el fosfato monopotásico: Si en 5000 ml (5L) hemos añadido 425 gramos, 5ml (una dosis alta) contienen (X gramos).

Esta regla de tres da un resultado de 0,425 gramos. Conociendo la constante CE del elemento, en este caso 1 gr./litro equivale a 750 mS/cm2, tendremos que multiplicar 0,425 x 750 = 318,75 mS/cm2, en la solución lista para regar que se compone de 5 ml de solución concentrada en 1 litro de agua.

Para el resto de los componentes es la siguiente: Nitrato de calcio le corresponden 787,5 mS/cm2; Nitrato de potasio le corresponden 346,5 mS/cm2 y para el sulfato de magnesio es de 344,4mS/cm2.

La suma de todos los macroelementos en la solución nutritiva para riego o hidroponía suman 1796,65 mS/cm2, a lo que le debemos añadir la CE del agua de la finca y una cantidad casi despreciable que correspondería a los microelementos.

Esperamos que este amplio artículo, dividido en 3 capítulos, sobre los macro y microelementos, sea lo suficientemente instructivo para nuestras propias formulaciones y, sobre todo, para saber un poco más sobre los fertilizantes y nutrientes comerciales que se encuentran en el mercado.

ALMACENAMIENTO:
Los abonos líquidos deben almacenarse en depósitos apropiados, preferentemente de polietileno de alta densidad. Los depósitos deben instalarse en una superficie horizontal, plana y sin ningún resalte. El periodo de almacenamiento difiere según los componentes y la concentración del abono.

Bien, esperamos que tras esta exhaustiva introducción al mundo de los nutrientes, se comprenda mejor el uso de estos, aplicándolos correctamente en el cultivo de nuestra querida planta. Así conseguiremos esos preciados cogollos gruesos y olorosos que todos deseamos.
 

RaicesRasta

Semilla
9 Mayo 2005
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mientras re-leía algunas cosas........ me acordé de 2 detalles que mucho no los he visto en el foro... la fertilización foliar (gotas de npk o fert. orgánico líquido diluídas en el rociador) y los famosos "tés"....... el foliar en vegetativo va muy bien..... y los tés de abonos, humus y compost también......
 

-milton-

Semilla
21 Febrero 2005
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Sin respuetas sigo con lo mio.
Ya que no tengo fotos y no pueden opinar como va la planta,tiro unas dudas que tengo y opinan.
hice la poda "FIM" y siguio creciendo pa` rriba con las hojas cortadas,quedando 1/4 de hoja.Estubo bien hecha?
Las ramas laterales no largaron sus hojas parejas como las del tallo principa.Es debido a un estrtesaamiento?
Estaria bueno que me contesten!! :mrgreen:
PD: pronto vendran fotos ( espero)
 
Q

quierover

Invitado
Sobrefertilizacion orgánica en etapa vegetativa.

Tengo una sativa en exterior, a quien le hice un GRAN hoyo que rellené con humus de lombris 10%, arena 35%, y el resto con compost organico casero de podas de jardin al que le faltaba un mes para estar a punto (todavía se podían ver algunos pocos restos de hojas no descompuestas totalmente aún) El tema es que mi nena (estoy 100% seguro de que era hembra porque antes de pasarla a dicho hoyo tenía ya fuerte aroma y pelitos blancos), creció rapidamente, mucho follaje, ramas muy fuertes y gordas, color verde oscuro intenso en las hojas, a muchas hojas se le secaron los bordes y las puntas, los pelitos blancos DESAPARECIERON por completo; donde éstos deberían estar aparecen continuamente nuevos brotes de hojas.. A pesar de todo nunca perdió el exquisito aroma, ya lleva 4 meses y medio en la tierra (+ su primer mes de vida en maceta..) y está GIGANTE, se ve sana y fuerte y a pesar de los síntomas que fué padeciendo desde que la pasé al puto hoyo sobreabonado, hoy ya casi no tiene más hojas afectadas y parece estar ok..Sólo faltan los pelillos blancos..Donde están?..Volverán??
Eran tres hermanitas, dos sativas y una indica, con hoyos similares..a los dos meses de plantadas, cuando ya superaban los 2 metros de altura la indica comenzó a dar flores macho y una de las dos sativas se hermafroditizó (muchos pelos blancos + flores macho).. las asesiné con mucha pena. Quedó entoces solita ésta sativa que parece haber luchado contra los problemas de exceso de nitrogeno por sobreabonado, a la que nunca le aparecieron flores macho, y a pesar de no tener pelillos blancos tiene un fuerte y rico olor. Aún conservo esperanzas de que comience a florecer.. Florecerá? O sin pelitos blancos no hay esperanza? Agradeceré infinitamente una opinión o cualquier información que puedan brindarme. Saludos!!
 
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