Buenas a todos y todas, queria dejar aqui unas lineas que he escrito en un estado de reflexión cannábica por llamarlo de alguna manera. No me considero escritor ni mucho menos pero a lo mejor alguien le puede dedicar 5 minutos a las palabras de este chalado y decirme que le parece.
Gracias
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Nuestras acciones tienen una repercusión desmesurada en el transcurso del tiempo. El tiempo es testigo de todas nuestras acciones y dirige nuestras vidas hacia la autodestrucción. Es el ciclo de la vida. Uno no nace y muere. Uno existe y deja de existir y la vida es vida porque esta viva, porque existe y por consiguiente, tiende a dejar de existir, es decir, muere. Nuestro planeta visto desde fuera es como un plato en un laboratorio que contiene bacteria. Se van reproduciendo y tienen un curso vital, pero en un momento o en otro tendrán que morir. En el curso natural de la vida el depredador se come a la presa y cuando la presa escasea el depredador se encuentra sin alimento y también tiende a disminuir su población. Se trata del sistema depredador-presa. A pesar de haber un equilibrio a la larga, la población de depredadores es siempre inferior. Pero los seres humanos dotados de razón, o de lo que nosotros nombramos razón, somos un superdepredador. Y si los egipcios no se equivocaron, las piramides se estrechan hacia arriba. Si hubieran construido un estadio de futbol en lo alto de ellas probablemente se les habria caido encima y hubieran muerto todos en un macroaplastamiento. Bien, pues el ser humano es una enorme nube gris encima de la piramide de la naturaleza. Y poco a poco, los animales se van extinguiendo por dinero y negocios. Nos apropiamos de lo que no es nuestro, pero si alguien apropia algo es dios a nosotros. Nada nos pertenece. Nos estamos comiendo el mundo. El superdepredador se come el ecosistema de manera arrolladora. Es como una burbuja metida en una lata de cocacola. Se hincha, sube y explota. Nosotros solo estamos subiendo. Y como todos nosotros nacemos y morimos, la humanidad tiende a dejar de existir. Es un sistema que tiene la naturaleza para autodestruirse, crear un desequilibrio en la piramide para morir. Somos un organismo vivo llamado planeta tierra y como está vivo tiene que morir, es ley de vida. Somos un átomo en el universo. Cuando la humanidad deje de existir, no desaparecerá la existencia, el universo seguirá ahí. Solo habrá muerto nuestra capacidad de ser conscientes de ello. Pero el universo seguirá ahí. Si le echas tinta a un vaso que contiene agua caliente, ésta se disuelve mas rápidamente que en un vaso de agua fria porque el calor es movimiento en el ámbito molecular, y es como si removieras el agua. El universo tiene la misma estructura que los átomos, el sol en la vía láctea es el núcleo y nosotros somos los electrones que dan vueltas a su alrededor. Dan vueltas porque se mueven. Y si se mueven producen calor, y donde hay calor hay vida.
Hemos manchado de cemento el planeta. Somos una infección en un organismo que se va propagando hasta que revienta. No hemos evolucionado para construir una nave espacial y llegar a la luna, o a Marte. El organismo del que formamos parte ha creado la necesidad de comunicarse con los organismos que tiene a su lado, ha creado la nave espacial que creemos poseer para atravesar la membrana celular (para los cultos la atmósfera), nadar por un pequeño trozo de lo que nosotros llamamos cosmos y “aterrizar en otro planeta”. Es como una comunicación interorganísmica. Y como todas las acciones (ya no digo nuestras) tienen una repercusión desmesurada en el transcurso del tiempo, con nuestras visitas a otros planetas vamos infectando otros lugares para continuar el transcurso no de nuestras vidas sino de LA VIDA. Nuestra razón ahoga nuestra consciencia y nos creemos inteligentísimos, pero somos ciegos. Solamente ganja abre tus ojos y alimenta tu consciencia, frenando a lo que nosotros llamamos razón, pero que deberíamos llamar egocentrismo, avaricia, odio y miedo. Pues ésta nos hace creer que somos extraordinariamente sabios, pero lo único que hace es vendarnos los ojos mientras caminamos orgullosos hacia el abismo. Ganja nos quita la venda y nos frena el suicidio, pero nuestra razón, a la que irónicamente admiramos, persigue a los que libran su alma con ella.
ABRE LOS OJOS Y LIBERA TU MENTE
El ser humano como superdepredador necesita una superconsciencia para autodominarse y concienciarse, nosotros dominamos nuestras vidas pero no dominamos la vida, nosotros construimos la vida porque dios esta en cada uno de nosotros y él actúa a través de nuestros cuerpos. Por eso los dioses han bajado a la tierra para alimentar nuestra consciencia y nos han regalado ganja, para concienciarnos de nuestra contraproducente razón y liberarnos del caos.
Bendiciones
Gracias
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Nuestras acciones tienen una repercusión desmesurada en el transcurso del tiempo. El tiempo es testigo de todas nuestras acciones y dirige nuestras vidas hacia la autodestrucción. Es el ciclo de la vida. Uno no nace y muere. Uno existe y deja de existir y la vida es vida porque esta viva, porque existe y por consiguiente, tiende a dejar de existir, es decir, muere. Nuestro planeta visto desde fuera es como un plato en un laboratorio que contiene bacteria. Se van reproduciendo y tienen un curso vital, pero en un momento o en otro tendrán que morir. En el curso natural de la vida el depredador se come a la presa y cuando la presa escasea el depredador se encuentra sin alimento y también tiende a disminuir su población. Se trata del sistema depredador-presa. A pesar de haber un equilibrio a la larga, la población de depredadores es siempre inferior. Pero los seres humanos dotados de razón, o de lo que nosotros nombramos razón, somos un superdepredador. Y si los egipcios no se equivocaron, las piramides se estrechan hacia arriba. Si hubieran construido un estadio de futbol en lo alto de ellas probablemente se les habria caido encima y hubieran muerto todos en un macroaplastamiento. Bien, pues el ser humano es una enorme nube gris encima de la piramide de la naturaleza. Y poco a poco, los animales se van extinguiendo por dinero y negocios. Nos apropiamos de lo que no es nuestro, pero si alguien apropia algo es dios a nosotros. Nada nos pertenece. Nos estamos comiendo el mundo. El superdepredador se come el ecosistema de manera arrolladora. Es como una burbuja metida en una lata de cocacola. Se hincha, sube y explota. Nosotros solo estamos subiendo. Y como todos nosotros nacemos y morimos, la humanidad tiende a dejar de existir. Es un sistema que tiene la naturaleza para autodestruirse, crear un desequilibrio en la piramide para morir. Somos un organismo vivo llamado planeta tierra y como está vivo tiene que morir, es ley de vida. Somos un átomo en el universo. Cuando la humanidad deje de existir, no desaparecerá la existencia, el universo seguirá ahí. Solo habrá muerto nuestra capacidad de ser conscientes de ello. Pero el universo seguirá ahí. Si le echas tinta a un vaso que contiene agua caliente, ésta se disuelve mas rápidamente que en un vaso de agua fria porque el calor es movimiento en el ámbito molecular, y es como si removieras el agua. El universo tiene la misma estructura que los átomos, el sol en la vía láctea es el núcleo y nosotros somos los electrones que dan vueltas a su alrededor. Dan vueltas porque se mueven. Y si se mueven producen calor, y donde hay calor hay vida.
Hemos manchado de cemento el planeta. Somos una infección en un organismo que se va propagando hasta que revienta. No hemos evolucionado para construir una nave espacial y llegar a la luna, o a Marte. El organismo del que formamos parte ha creado la necesidad de comunicarse con los organismos que tiene a su lado, ha creado la nave espacial que creemos poseer para atravesar la membrana celular (para los cultos la atmósfera), nadar por un pequeño trozo de lo que nosotros llamamos cosmos y “aterrizar en otro planeta”. Es como una comunicación interorganísmica. Y como todas las acciones (ya no digo nuestras) tienen una repercusión desmesurada en el transcurso del tiempo, con nuestras visitas a otros planetas vamos infectando otros lugares para continuar el transcurso no de nuestras vidas sino de LA VIDA. Nuestra razón ahoga nuestra consciencia y nos creemos inteligentísimos, pero somos ciegos. Solamente ganja abre tus ojos y alimenta tu consciencia, frenando a lo que nosotros llamamos razón, pero que deberíamos llamar egocentrismo, avaricia, odio y miedo. Pues ésta nos hace creer que somos extraordinariamente sabios, pero lo único que hace es vendarnos los ojos mientras caminamos orgullosos hacia el abismo. Ganja nos quita la venda y nos frena el suicidio, pero nuestra razón, a la que irónicamente admiramos, persigue a los que libran su alma con ella.
ABRE LOS OJOS Y LIBERA TU MENTE
El ser humano como superdepredador necesita una superconsciencia para autodominarse y concienciarse, nosotros dominamos nuestras vidas pero no dominamos la vida, nosotros construimos la vida porque dios esta en cada uno de nosotros y él actúa a través de nuestros cuerpos. Por eso los dioses han bajado a la tierra para alimentar nuestra consciencia y nos han regalado ganja, para concienciarnos de nuestra contraproducente razón y liberarnos del caos.
Bendiciones