LLevo leyendo estos foros desde hace unos tres meses más o menos y quería dar la enhorabuena a todas las personas que hacen posible demostrar que el consumo equilibrado, razonable, responsable...del THC no debería ser perseguido y desde aquí quiero hacer llegar mi total apoyo a la despenalización de esta sustancia.
Mis primeros escarceos con las drogas comenzaron cuando tenía 16 años, el alcohol y el tabaco no faltaban en aquellos fines de semana locos en los que era habitual llegar a casa sobre las 4 de la madrugada con la sangre llena de alcohol y la conciencia muy tranquila: no le hacía mal a nadie y por supuesto, con esa edad, tu cuerpo se recuperaba de un día para otro con una facilidad pasmosa.
Hasta los 24 las únicas drogas que consumía -solo los fines de semana- eran las mencionadas anteriormente. En mi entorno se empezaba a coquetear con la cocaína, las pastillas y algo de hachis, aunque yo seguía con mis drogas "legales".
A los 28 abandoné una relación sentimental que había durado 4 años. En ese periodo en el compartí mi vida con otra persona y en el que desconecté de todo lo que había hecho anteriormente, terminé mis largos estudios y conseguí un estabilidad laboral. Cometí el grave error de aparcar a un lado con todo lo que había hecho hasta entonces, incluyendo las amistades y por supuesto no probaba el alcohol, aunque seguía fumando tabaco rubio como antes.
Rescaté mi pasado tras la ruptura sentimental y llamé a las puertas del pasado. Me reencontré con mi anterior grupo social pero ahora era como una Comunidad en la que se veía reflejada la vida misma. Ahora eramos ingenieros, abogados, aparejadores, funcionarios locales, dependientes de supermercado, barrenderos, parados, maestros, ... y los había casados/as, solteros/as, juntos/as, con hijos, sin ellos.. era como una Comunidad. En total el grupo lo formabamos unas 20 personas que quedabamos para pasarlo bien y en el circulaban las drogas como instrumento para hecernos sentir nuevas emociones. Cocaina, setas, pastillas, hachis, alcohol, tabaco, ... De todas ellas la única nueva que probé fué el hachis. Recuerdo que la primera vez eran las fiestas locales y le dí unas caladas a un porro de hachis marroquí de ese cortado y me dió un bajón tremendo. Sentí que no tenía fuerzas para estar de pie y me senté para buscar el equilibrio que no encontraba. Cerré los ojos y sudé durante unos 5 minutos, que creí que habían sido horas.
Después de esa primera vez, abrí una puerta a mi mente que hasta entonces había estado cerrada. El hachis hizo que sintiera sensaciones que hasta ese momento desconocía. Empece a fumar hachis solo los fines de semana, acompañandolo de alcohol y de tabaco. El resto de drogas no me llamaban la atención aunque bien es cierto que tampoco las probé para saber si me gustaban o no.
LLevo unos tres meses consumiendo hachis a diario, un porrito por las noches despues de cenar para escuchar música, leer, ver cine, escribir en algún que otro foro y sentir. Lo de escuchar música con cascos es lo que realmente más me agrada. La primavera de Vivaldi la he llegado a sentir dentro de mi cuerpo, como si los violines salieran por los poros de mi piel, me ha hecho estremecer de felicidad, es algo que no se puede describir con palabras.
Ahora quiero dar un salto y cultivar algo de maría en mi piso, apenas la he probado -un par de veces que me han invitado- y me gustaría averiguar si con la maría se puede llegar a sentir lo mismo que con el hachis. Esa es un de las preguntas que me gustaría lanzar aquí.
¿Sentís lo mismo con el hachis que con la maría?
Mis primeros escarceos con las drogas comenzaron cuando tenía 16 años, el alcohol y el tabaco no faltaban en aquellos fines de semana locos en los que era habitual llegar a casa sobre las 4 de la madrugada con la sangre llena de alcohol y la conciencia muy tranquila: no le hacía mal a nadie y por supuesto, con esa edad, tu cuerpo se recuperaba de un día para otro con una facilidad pasmosa.
Hasta los 24 las únicas drogas que consumía -solo los fines de semana- eran las mencionadas anteriormente. En mi entorno se empezaba a coquetear con la cocaína, las pastillas y algo de hachis, aunque yo seguía con mis drogas "legales".
A los 28 abandoné una relación sentimental que había durado 4 años. En ese periodo en el compartí mi vida con otra persona y en el que desconecté de todo lo que había hecho anteriormente, terminé mis largos estudios y conseguí un estabilidad laboral. Cometí el grave error de aparcar a un lado con todo lo que había hecho hasta entonces, incluyendo las amistades y por supuesto no probaba el alcohol, aunque seguía fumando tabaco rubio como antes.
Rescaté mi pasado tras la ruptura sentimental y llamé a las puertas del pasado. Me reencontré con mi anterior grupo social pero ahora era como una Comunidad en la que se veía reflejada la vida misma. Ahora eramos ingenieros, abogados, aparejadores, funcionarios locales, dependientes de supermercado, barrenderos, parados, maestros, ... y los había casados/as, solteros/as, juntos/as, con hijos, sin ellos.. era como una Comunidad. En total el grupo lo formabamos unas 20 personas que quedabamos para pasarlo bien y en el circulaban las drogas como instrumento para hecernos sentir nuevas emociones. Cocaina, setas, pastillas, hachis, alcohol, tabaco, ... De todas ellas la única nueva que probé fué el hachis. Recuerdo que la primera vez eran las fiestas locales y le dí unas caladas a un porro de hachis marroquí de ese cortado y me dió un bajón tremendo. Sentí que no tenía fuerzas para estar de pie y me senté para buscar el equilibrio que no encontraba. Cerré los ojos y sudé durante unos 5 minutos, que creí que habían sido horas.
Después de esa primera vez, abrí una puerta a mi mente que hasta entonces había estado cerrada. El hachis hizo que sintiera sensaciones que hasta ese momento desconocía. Empece a fumar hachis solo los fines de semana, acompañandolo de alcohol y de tabaco. El resto de drogas no me llamaban la atención aunque bien es cierto que tampoco las probé para saber si me gustaban o no.
LLevo unos tres meses consumiendo hachis a diario, un porrito por las noches despues de cenar para escuchar música, leer, ver cine, escribir en algún que otro foro y sentir. Lo de escuchar música con cascos es lo que realmente más me agrada. La primavera de Vivaldi la he llegado a sentir dentro de mi cuerpo, como si los violines salieran por los poros de mi piel, me ha hecho estremecer de felicidad, es algo que no se puede describir con palabras.
Ahora quiero dar un salto y cultivar algo de maría en mi piso, apenas la he probado -un par de veces que me han invitado- y me gustaría averiguar si con la maría se puede llegar a sentir lo mismo que con el hachis. Esa es un de las preguntas que me gustaría lanzar aquí.
¿Sentís lo mismo con el hachis que con la maría?