MELAZA: ALIMENTA EL SUELO, NO A LA PLANTA
La tierra es el fundamento mismo del cultivo de cannabis, está llena de nutrientes y microorganismos que trabajan juntos para que la planta de cannabis esté fuerte y saludable, a medida que crece. Si bien es importante asegurarse de que el equilibrio nutricional del suelo sea el correcto, también lo es el garantizar que sea un entorno adecuado para que prosperen los microorganismos, y es lo que realmente separa a los cultivadores buenos de los expertos.
Aquí es donde entra en juego la melaza. Aunque la melaza es muy rica en nutrientes, se utiliza principalmente como fuente de carbohidratos para los organismos del suelo, alimentándolo de forma efectiva y mejorándolo como base para el cultivo de cannabis. Los microorganismos del suelo desempeñan un papel fundamental en el crecimiento del cannabis, y también necesitan los nutrientes apropiados para prosperar. Dándoles melaza, te aseguras de que tengan lo que necesitan, y como consecuencia se aumentará la estructura, la retención de humedad, el contenido de microorganismos y la eficacia del suelo - que a su vez beneficia al cannabis.
LOS OTROS BENEFICIOS DE LA MELAZA
Además de mejorar la calidad base de los suelos, el uso de melaza para regar los cultivos también puede ayudar a prevenir la acumulación de patógenos que dañan a las plantas, así como a reducir la acumulación de sal que puede causar problemas nutritivos. La melaza contiene una gran cantidad de macro y micro nutrientes, todos los cuales son esenciales para la salud del cannabis en uno u otro grado. Al no necesitarse los macro y micro-nutrientes en grandes cantidades, a veces puede ser muy difícil de diagnosticar una deficiencia. Mediante la adición habitual de melaza en tus cultivos, podrás asegurarte de que el cannabis tiene todo lo que necesita.
UTILIZAR MELAZA CON EL CANNABIS
Hay varias formas de incorporar la melaza en el cultivo de cannabis. A menudo se utiliza como parte de un programa de alimentación regular o incluso durante la preparación del suelo, antes de empezar el cultivo. Es un recurso muy flexible, por lo que independientemente de tu situación, podrás trabajar con ella.
Añadir melaza al ciclo de riego, es probablemente la forma más sencilla y común de suministrar melaza al suelo. Solo tienes que disolver la melaza en el agua y aplicar normalmente.
En cuanto a la dosis, la experiencia personal es lo que realmente la define. Como punto de partida, usa 1-2 cucharadas de melaza por cada 5 litros de agua. Asegúrate de que el agua esté tibia, ya que esto hará que la melaza se disuelva más fácilmente. A partir de aquí, podrás apreciar cómo afecta la melaza al suelo y a las plantas, y ajustar la dosis en consecuencia.
Utilizar pequeñas dosis ayuda a evitar cualquier estrés innecesario o riesgo de quemar los nutrientes del cannabis, sobre todo al principio de su ciclo de vida. En la mayoría de los casos, los beneficios de la melaza se suelen notar más durante la fase de floración, sin embargo, es una buena práctica usarla a lo largo de todo el ciclo, desde el vegetativo hasta la floración, cuando las plantas estén en los días de "solo agua".
Si lo prefieres, puedes usar la melaza al mismo tiempo que los nutrientes, pero asegúrate de vigilar el pH del suelo. Y que si se añade una sustancia extra al programa de alimentación, podría causar fluctuaciones. Siempre que sepas cómo manejar el pH del suelo, no debería ser un problema a largo plazo.
UN APUNTE PARA LOS CULTIVOS DE EXTERIOR
Hay que mencionar que los cazadores usan melaza para atraer a sus presas, así que si vas a cultivar en el exterior, asegúrate de tomar medidas para que tu melaza no atraiga visitantes que podrían comerse tu cosecha.
https://www.zamnesia.es/blog-melaza-y-cannabis-llevando-el-suelo-al-siguiente-nivel-n352
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