Hola. Soy nuevo en el foro y quiero contarles mi primera (y tal vez única) experiencia.
Un sábado fui a casa de un amigo, él fuma y fui sabiendo que posible,ente esa vez fumaría marihuana con él. Subimos a su azotea y empezamos a fumar con una pipa de agua. Él tenía lo que le quedaba en una caja de dominó. Ahí descubrí que podía retener el humo más tiempo que el del tabaco, lo cual me llamó la atención. Fumé no sé, unas cuatro veces, pero desde la segunda lo retuve mucho tiempo. El primer síntoma fue reírme exageradamente de algo que le hizo su perro a mi amigo. Luego di los últimos dos toques, porque no sentía nada raro y quería ver que pasaba.
Mi amigo me hablaba de su novio. Aquí viene mi viaje, mi feo viaje. Estaba frente a él y lo oía, pero empecé a verlo en colores, como cuando se ve a través de un ventilador o una hélice, y no podía controlarme, pensaba muy rápido y doblemente, no sé cómo explicarlo. Le pedí que me bajara de la azotea porque empecé a tener pensamientos raros, tirando a lo suicida: me imaginaba aventándome de la azotea, pero luego me veía atado a uno de los pilares para no lanzarme. Mi amigo me llevó a su cuarto y dije miles de cosas, como que tenía miedo y ansiedad, que llamara a mis padres, etcétera. Me daba miedo no regresar del viaje. Entonces le dije que me la cortara, así que trajo papas y refresco de manzana light (maldita suerte). Me metí unas papas a la boca y la tenía sequísima. Luego tomé refresco, mucho, fácil litro y medio; luego pensé que como casi no tenía azúcar el refresco. No me ayudó. Total, que decidí salirme de casa de mi amigo e ir a buscar a mi madrina, que vive cerca y es bien alivianada. Llegué a su casa caminando como un kilómetro, cruzando calles y bajando otras. Siempre estuve consciente para detenerme y cruzar las calles. Lo más raro es que un señor iba rebotando una pelota de basquetbol y me molestaba tanto el ruido que me le quedé viendo desde lejos y hasta que se pasó; según mi amigo esto lo aluciné, pero lo tengo muy claro. Algo de lo que no me acuerdo y mi amigo, que es gay, me lo reclamó, es que le dije: "Pinches maricones, no saben hacer nada", según porque no me pudo cortar el viaje.
Llegue a casa de mi madrina, y para no hacérselas larga, le conté todo y me ofreció refresco con azúcar. Bebí como siete vasos (ojo: sin ir al baño sólo hasta después de una dos horas) y me dejó un rato solo. Me dormí, pero seguía muy alerta de los sentidos. Pasaron como tres horas y se me bajó, por fin pude irme a mi casa. Cuando llegué me vi los ojos y ya no los tenía rojos. Lo raro aquí es que uno de mis pupilentes se rompió, no sé si por la irritación o por otra causa. Al día siguiente amanecí mejor, pero todavía con ese desdoblamiento o no sé cómo llamarlo. Sólo hasta el lunes me sentí al cien porciento bien.
Ojalá puedan hacer,e algunos comentarios o sugerencias. En lo personal no pienso volver a consumir en un futuro cercano, tal vez después que me informe más.
Un sábado fui a casa de un amigo, él fuma y fui sabiendo que posible,ente esa vez fumaría marihuana con él. Subimos a su azotea y empezamos a fumar con una pipa de agua. Él tenía lo que le quedaba en una caja de dominó. Ahí descubrí que podía retener el humo más tiempo que el del tabaco, lo cual me llamó la atención. Fumé no sé, unas cuatro veces, pero desde la segunda lo retuve mucho tiempo. El primer síntoma fue reírme exageradamente de algo que le hizo su perro a mi amigo. Luego di los últimos dos toques, porque no sentía nada raro y quería ver que pasaba.
Mi amigo me hablaba de su novio. Aquí viene mi viaje, mi feo viaje. Estaba frente a él y lo oía, pero empecé a verlo en colores, como cuando se ve a través de un ventilador o una hélice, y no podía controlarme, pensaba muy rápido y doblemente, no sé cómo explicarlo. Le pedí que me bajara de la azotea porque empecé a tener pensamientos raros, tirando a lo suicida: me imaginaba aventándome de la azotea, pero luego me veía atado a uno de los pilares para no lanzarme. Mi amigo me llevó a su cuarto y dije miles de cosas, como que tenía miedo y ansiedad, que llamara a mis padres, etcétera. Me daba miedo no regresar del viaje. Entonces le dije que me la cortara, así que trajo papas y refresco de manzana light (maldita suerte). Me metí unas papas a la boca y la tenía sequísima. Luego tomé refresco, mucho, fácil litro y medio; luego pensé que como casi no tenía azúcar el refresco. No me ayudó. Total, que decidí salirme de casa de mi amigo e ir a buscar a mi madrina, que vive cerca y es bien alivianada. Llegué a su casa caminando como un kilómetro, cruzando calles y bajando otras. Siempre estuve consciente para detenerme y cruzar las calles. Lo más raro es que un señor iba rebotando una pelota de basquetbol y me molestaba tanto el ruido que me le quedé viendo desde lejos y hasta que se pasó; según mi amigo esto lo aluciné, pero lo tengo muy claro. Algo de lo que no me acuerdo y mi amigo, que es gay, me lo reclamó, es que le dije: "Pinches maricones, no saben hacer nada", según porque no me pudo cortar el viaje.
Llegue a casa de mi madrina, y para no hacérselas larga, le conté todo y me ofreció refresco con azúcar. Bebí como siete vasos (ojo: sin ir al baño sólo hasta después de una dos horas) y me dejó un rato solo. Me dormí, pero seguía muy alerta de los sentidos. Pasaron como tres horas y se me bajó, por fin pude irme a mi casa. Cuando llegué me vi los ojos y ya no los tenía rojos. Lo raro aquí es que uno de mis pupilentes se rompió, no sé si por la irritación o por otra causa. Al día siguiente amanecí mejor, pero todavía con ese desdoblamiento o no sé cómo llamarlo. Sólo hasta el lunes me sentí al cien porciento bien.
Ojalá puedan hacer,e algunos comentarios o sugerencias. En lo personal no pienso volver a consumir en un futuro cercano, tal vez después que me informe más.