Buenas a todos y a todas,
Hace unos dias volvimos mi pareja y yo de un viaje por Marruecos, hemos creido oportuno ofrecer aquí nuestra opinión. La verdad es que estamos muy contentos de como ha ido todo.
Recorrer en camello las altas dunas del desierto, dormir en una jaima rodeado de kilómetros y kilómetros de finísima arena, observar en el silencio de la noche un cielo cubierto de estrellas que puedes acariciar con la mano, despertar con la potente luz del sol que nace en el horizonte como una gran bola de fuego… El Erg Chebbi, un campo de dunas móviles en el desierto de la frontera con Argelia, es capacaz de regalar al viajero algunas de las escenas naturales más deliciosas del planeta. Emular al gran Lawrence de Arabia en este viaje requiere paciencia y espíritu aventurero, porque las carreteras de Marruecos están hechas, en muchos casos, más para bueyes que para coches, pero el esfuerzo merece la pena.
Marrakech, una ciudad bella y cosmopolita, es el punto de partida para este insólito viaje. Antes de coger carretera y manta hacia las dunas, merece la pena dormir aquí un par de días, para empaparse de la bulliciosa vida de sus calles. La plaza principal, Djemma El-Fná, es un colorido mosaico circense de cuentacuentos, mujeres que tatúan delicados arabescos con tinte de henna, encantadores de serpientes y niños que juegan a combates de boxeo. Otro lugar imprescindible es el zoco, un laberinto de tiendas y puestecillos donde harás tus mejores compras. Allí, seguramente, serás asediado por innumerables pelmazos que querrán convertirse en tu guía. No les hagas ni caso y sigue tu camino hacia el café de Francia para aliviar los calores con una buena taza de té y ver el bullicio de la plaza desde la terraza.
El viaje hacia las dunas conviene contratarlo desde España con alguna empresa especializada en turismo de Marruecos para evitar percances que te fastidien las vacaciones. Ellos se encargarán de trazar la ruta, alquilar el coche, reservar alojamientos y guiarte a través de los 500 kilómetros que separan Marrakech del Erg Chebbi. Nosotros hemos elegido a Hassan de Rutasporeldesierto. El camino es duro, pero muy interesante sobre todo a partir de Ouarzazate: te adentras en el Marruecos más profundo, donde podrás visitar las kasbash, antiguas fortificaciones de adobe, además de conocer y compartir las costumbres más ancestrales de su pueblo. Una buena idea es hacer noche en Ouarzazate y, de paso, recorrer los estudios cinematográficos donde se rodaron grandes producciones, como ‘La joya del Nilo’, ‘La Momia’ o varias escenas de ‘Gladiator’.
Otra opción, siempre después de atravesar las montañas del Alto Atlas, es dormir en Tinerhir para visitar la impresionante Garganta del Todra. El viaje continúa hasta la localidad de Merzouga, a las puertas de las dunas de Erg Chebbi, donde empieza todo un paraíso de arena interminable, salpicado por oasis de película que refrescan y dan sombra. Existe la posibilidad de adentrarse en camello para hacer excursiones, practicar esquí sobre las dunas o darte un tratamiento con arenoterapia. Como verás, también ha llegado la fiebre de los spa. Uno de los momentos más intensos del desierto es ver el crepúsculo desde la gran duna. El sol tiñe de rojos, ocres y sombras las ondulantes montañas, mientras se marcha a descansar y da paso a la noche, con sus millones de estrellas tintineando en el firmamento. Dormir en una jaima en mitad del desierto, eso sí, con ducha y baño, es otra experiencia que nunca olvidarás.
Lo dicho si alguien necesita más información que me escriba un privado y os paso el email de Hassan, aunque tiene una web donde podeis ver un poco mas de información: Rutas Por el Desierto, Rutas Por Marruecos, Excursion en Camellos, Ruta en 4x4 por todo Marruecos
ciao!!
Hace unos dias volvimos mi pareja y yo de un viaje por Marruecos, hemos creido oportuno ofrecer aquí nuestra opinión. La verdad es que estamos muy contentos de como ha ido todo.
Recorrer en camello las altas dunas del desierto, dormir en una jaima rodeado de kilómetros y kilómetros de finísima arena, observar en el silencio de la noche un cielo cubierto de estrellas que puedes acariciar con la mano, despertar con la potente luz del sol que nace en el horizonte como una gran bola de fuego… El Erg Chebbi, un campo de dunas móviles en el desierto de la frontera con Argelia, es capacaz de regalar al viajero algunas de las escenas naturales más deliciosas del planeta. Emular al gran Lawrence de Arabia en este viaje requiere paciencia y espíritu aventurero, porque las carreteras de Marruecos están hechas, en muchos casos, más para bueyes que para coches, pero el esfuerzo merece la pena.
Marrakech, una ciudad bella y cosmopolita, es el punto de partida para este insólito viaje. Antes de coger carretera y manta hacia las dunas, merece la pena dormir aquí un par de días, para empaparse de la bulliciosa vida de sus calles. La plaza principal, Djemma El-Fná, es un colorido mosaico circense de cuentacuentos, mujeres que tatúan delicados arabescos con tinte de henna, encantadores de serpientes y niños que juegan a combates de boxeo. Otro lugar imprescindible es el zoco, un laberinto de tiendas y puestecillos donde harás tus mejores compras. Allí, seguramente, serás asediado por innumerables pelmazos que querrán convertirse en tu guía. No les hagas ni caso y sigue tu camino hacia el café de Francia para aliviar los calores con una buena taza de té y ver el bullicio de la plaza desde la terraza.
El viaje hacia las dunas conviene contratarlo desde España con alguna empresa especializada en turismo de Marruecos para evitar percances que te fastidien las vacaciones. Ellos se encargarán de trazar la ruta, alquilar el coche, reservar alojamientos y guiarte a través de los 500 kilómetros que separan Marrakech del Erg Chebbi. Nosotros hemos elegido a Hassan de Rutasporeldesierto. El camino es duro, pero muy interesante sobre todo a partir de Ouarzazate: te adentras en el Marruecos más profundo, donde podrás visitar las kasbash, antiguas fortificaciones de adobe, además de conocer y compartir las costumbres más ancestrales de su pueblo. Una buena idea es hacer noche en Ouarzazate y, de paso, recorrer los estudios cinematográficos donde se rodaron grandes producciones, como ‘La joya del Nilo’, ‘La Momia’ o varias escenas de ‘Gladiator’.
Otra opción, siempre después de atravesar las montañas del Alto Atlas, es dormir en Tinerhir para visitar la impresionante Garganta del Todra. El viaje continúa hasta la localidad de Merzouga, a las puertas de las dunas de Erg Chebbi, donde empieza todo un paraíso de arena interminable, salpicado por oasis de película que refrescan y dan sombra. Existe la posibilidad de adentrarse en camello para hacer excursiones, practicar esquí sobre las dunas o darte un tratamiento con arenoterapia. Como verás, también ha llegado la fiebre de los spa. Uno de los momentos más intensos del desierto es ver el crepúsculo desde la gran duna. El sol tiñe de rojos, ocres y sombras las ondulantes montañas, mientras se marcha a descansar y da paso a la noche, con sus millones de estrellas tintineando en el firmamento. Dormir en una jaima en mitad del desierto, eso sí, con ducha y baño, es otra experiencia que nunca olvidarás.
Lo dicho si alguien necesita más información que me escriba un privado y os paso el email de Hassan, aunque tiene una web donde podeis ver un poco mas de información: Rutas Por el Desierto, Rutas Por Marruecos, Excursion en Camellos, Ruta en 4x4 por todo Marruecos
ciao!!