La Iglesia Católica le solicita a los Gobiernos del Mundo rechazar la legalización de las actuales drogas perseguidas por la ley. Pero Insiste que la represión no puede ser la respuesta exclusiva.
En un nuevo manual pastoral emitido la semana pasada por el Vaticano, la Iglesia católica le expresó a los gobiernos del mundo en un tono autoritario y moralista el resistirse a la tentación de legalizar el tráfico de drogas. El manual, titulado "La Iglesia, las Drogas, y la Drogadicción" (como si la su "droga visionaria" no fuera de las mas destructivas) , fue producido por el Ministerio de Asistencia Médica del Consejo Pontifical del Vaticano después del llamado del Papa Juan Pablo II en 1997 de realizar un estudio "del grave problema de drogas en el mundo."
El manual, que no esta aún disponible vía internet (lástima, nos reiremos en otro momento, os manténdremos informados), abre con las palabras de Juan Pablo II, el clérigo quien ha conducido a la Iglesia desde 1978. "El Papa nos habla de tres acciones específicas para un programa de cuidado pastoral que enfrenta el problema de las drogas," dijo el Arzobispo Javier Lozano Barragáno en una rueda de prensa del Vaticano donde se anunciaba la publicación del manual, "estos son la prevención, el tratamiento y la represión."
Desde la introducción del texto del manual, que abarca cinco capítulos y se refiere extensamente a la prevención y el tratamiento, el Papa aclaró su postura en sus comentarios de apertura. El pontífice afirmó que "debemos luchar todos contra la producción, la fabricación, y la distribución de drogas en el mundo, y esto es el deber particular de gobiernos con el valor de enfrentar esta batalla contra el tráfico de muerte."
Según el Arzobispo Barragán, el Vaticano se opone a la legalización de cualquier droga, hasta las suaves como el cáñamo, porque considera que su empleo es incompatible con la moralidad cristiana. (Hasta que las copias del manual estén disponibles al público, permanece desconocido si la Iglesia ahora encuentra el empleo del alcohol incompatible con la moralidad cristiana, que dicho sea de paso como no lo condenen y se pongan a comulgar con agua bendita quedarán a la altura del betún.) Sin embargo, Barragán dijo que la Iglesia entiende que la represión sola no terminaría con el consumo de drogas, y que para esto se necesitaría que gobiernos y sociedades hicieran cambios culturales para combatir este problema.
Barragán (al parecer el nuevo Torquemada) acusó a los medios de comunicación, las películas y la música moderna (en fin, a TOD@S, por que TOD@S nos informamos, vemos peliculas y oimos música, o sea, "como no tenemos personalidad nos manipulan" le ha faltado decir esto claramente y no andarse con jilipolleces) de enviar mensajes que favorecen el consumo de drogas e incitan una actitud generalmente permisiva. "Las drogas sirven para alcanzar un placer inmediato para quien se esfuerza por escapar de la inquietud interna que lo lleva a convertirse en usuarios y pensar que no existe algún otro tipo de solución," advirtió el prelado. Él también reprochó la sociedad occidental de apoyar "una desviación de la libertad" que asume que la gente puede hacer lo que ellos desean con sus propios cuerpos.
Un portavoz del Consejo Estadounidense de Obispos dijo que mientras ellos aún no habían visto el manual, no piensa que esta publicación no se desvía de la política tradicional de la Iglesia en este país. "Los obispos están en contra del consumo de drogas ilegales," dijo el portavoz Bill Ryan. "No pienso que esto afectará la postura de la Iglesia en este tema."
Pero como otras posiciones conservadoras del pontífice sobre cuestiones sociales, sus opiniones respecto a las drogas no han ganado el consentimiento unánime de sus seguidores. Ni siquiera existe un consenso dentro de la jerarquía de la Iglesia. La nueva exposición del Papa Juan Pablo II respecto a la doctrina de Iglesia en relación con la temática de las drogas disputa por lo menos con un clérigo prominente, el padre Miguel Concha.
En marzo, Concha, el jefe de la orden dominicana de la Iglesia en México y el presidente de la Academia Mexicana de Derechos Humanos, hizo un llamado a que se reexaminara el tema de la legalización en una conferencia en Tijuana organizada por una asociación de periodistas investigadores.
Durante su ponencia en la conferencia, Concha afirmó que, "nosotros quien somos la sociedad civil y sus organizaciones, con el apoyo decidido de los medios de comunicación sinceramente comprometidos a los valores democráticos ... proponemos consultar, de la manera más abierta, profesional y objetiva, con nuestra sociedad sobre que opinan sobre la desregulación y la despenalización progresiva de la producción, el comercio y el consumo de ciertos tipos de drogas."
Fuente: http://www.stopthedrugwar.org
Visto en: http://www.liberadamaria.org
En un nuevo manual pastoral emitido la semana pasada por el Vaticano, la Iglesia católica le expresó a los gobiernos del mundo en un tono autoritario y moralista el resistirse a la tentación de legalizar el tráfico de drogas. El manual, titulado "La Iglesia, las Drogas, y la Drogadicción" (como si la su "droga visionaria" no fuera de las mas destructivas) , fue producido por el Ministerio de Asistencia Médica del Consejo Pontifical del Vaticano después del llamado del Papa Juan Pablo II en 1997 de realizar un estudio "del grave problema de drogas en el mundo."
El manual, que no esta aún disponible vía internet (lástima, nos reiremos en otro momento, os manténdremos informados), abre con las palabras de Juan Pablo II, el clérigo quien ha conducido a la Iglesia desde 1978. "El Papa nos habla de tres acciones específicas para un programa de cuidado pastoral que enfrenta el problema de las drogas," dijo el Arzobispo Javier Lozano Barragáno en una rueda de prensa del Vaticano donde se anunciaba la publicación del manual, "estos son la prevención, el tratamiento y la represión."
Desde la introducción del texto del manual, que abarca cinco capítulos y se refiere extensamente a la prevención y el tratamiento, el Papa aclaró su postura en sus comentarios de apertura. El pontífice afirmó que "debemos luchar todos contra la producción, la fabricación, y la distribución de drogas en el mundo, y esto es el deber particular de gobiernos con el valor de enfrentar esta batalla contra el tráfico de muerte."
Según el Arzobispo Barragán, el Vaticano se opone a la legalización de cualquier droga, hasta las suaves como el cáñamo, porque considera que su empleo es incompatible con la moralidad cristiana. (Hasta que las copias del manual estén disponibles al público, permanece desconocido si la Iglesia ahora encuentra el empleo del alcohol incompatible con la moralidad cristiana, que dicho sea de paso como no lo condenen y se pongan a comulgar con agua bendita quedarán a la altura del betún.) Sin embargo, Barragán dijo que la Iglesia entiende que la represión sola no terminaría con el consumo de drogas, y que para esto se necesitaría que gobiernos y sociedades hicieran cambios culturales para combatir este problema.
Barragán (al parecer el nuevo Torquemada) acusó a los medios de comunicación, las películas y la música moderna (en fin, a TOD@S, por que TOD@S nos informamos, vemos peliculas y oimos música, o sea, "como no tenemos personalidad nos manipulan" le ha faltado decir esto claramente y no andarse con jilipolleces) de enviar mensajes que favorecen el consumo de drogas e incitan una actitud generalmente permisiva. "Las drogas sirven para alcanzar un placer inmediato para quien se esfuerza por escapar de la inquietud interna que lo lleva a convertirse en usuarios y pensar que no existe algún otro tipo de solución," advirtió el prelado. Él también reprochó la sociedad occidental de apoyar "una desviación de la libertad" que asume que la gente puede hacer lo que ellos desean con sus propios cuerpos.
Un portavoz del Consejo Estadounidense de Obispos dijo que mientras ellos aún no habían visto el manual, no piensa que esta publicación no se desvía de la política tradicional de la Iglesia en este país. "Los obispos están en contra del consumo de drogas ilegales," dijo el portavoz Bill Ryan. "No pienso que esto afectará la postura de la Iglesia en este tema."
Pero como otras posiciones conservadoras del pontífice sobre cuestiones sociales, sus opiniones respecto a las drogas no han ganado el consentimiento unánime de sus seguidores. Ni siquiera existe un consenso dentro de la jerarquía de la Iglesia. La nueva exposición del Papa Juan Pablo II respecto a la doctrina de Iglesia en relación con la temática de las drogas disputa por lo menos con un clérigo prominente, el padre Miguel Concha.
En marzo, Concha, el jefe de la orden dominicana de la Iglesia en México y el presidente de la Academia Mexicana de Derechos Humanos, hizo un llamado a que se reexaminara el tema de la legalización en una conferencia en Tijuana organizada por una asociación de periodistas investigadores.
Durante su ponencia en la conferencia, Concha afirmó que, "nosotros quien somos la sociedad civil y sus organizaciones, con el apoyo decidido de los medios de comunicación sinceramente comprometidos a los valores democráticos ... proponemos consultar, de la manera más abierta, profesional y objetiva, con nuestra sociedad sobre que opinan sobre la desregulación y la despenalización progresiva de la producción, el comercio y el consumo de ciertos tipos de drogas."
Fuente: http://www.stopthedrugwar.org
Visto en: http://www.liberadamaria.org