Polinizar una automatica.
- Iniciador del tema nastia.
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Deleted member 229651
Invitado
pues en teoria asi es como hacen las fast version.....en el primer cruce de una automatika y una fotoperiodica..se acorta la floracion.....lo k no se kual de las deve ser la hembra....supuestamente en un cruce.. el macho deja su potencia y sabor o sea su genotipo y la hembra su fenotipo...supuestamente tendrias unas fas version jajaja..un saludo
D
Deleted member 228320
Invitado
El genotipo es la información genética que tiene, el conjunto de genes que recibe de sus progenitores, de los dos, del macho y de la hembra. Voy a intentar simplificarlo:
El fenotipo es cómo se manifiesta ese genotipo en función de las condiciones en que se manifiestan esos genes y se desarrolla el individuo (para entendernos, con el mismo genotipo puedes alimentarte de proteína, mazarte a gimnasia y tomar el sol y alcanzar un fenotipo que tienda el Stallone de sus años gloriosos o comer hotdogs, leer e ir al cine y tener un fenotipo más del Woody Allen, también de sus años gloriosos).
Así, la tendencia de una sativa es crecer mucho en altura, sin ramificar, pero con la poda, la torsión, puedes ir llevándolo a un desarrollo más llevadero, que se podría parecer al desarrollo de una índica con menos puteo.
En los cruces (en casi cualquier semilla de banco) tenemos genética de dos variedades (los famosos % de sativa e índica) o de tres (lo anterior con el elemento ruderalis que le hace autofloreciente). El macho aporta una hebra de sus cromosomas, la hembra otra, cada una con el registro de su información genética, pero aún queda otro factor de complicación, el entrecruzamiento cromosómico, con lo que a los descendientes no es que les toque la hebra que en el padre corresponde al abuelo o la de la abuela, sino que en esa hebra van trozos de la información de la otra (y en la madre, lo mismo, y lo mismo lleva pasando generación tras generación).
Por eso, no podemos considerar que las instrucciones de montaje se mantengan ni que el reparto de características sea matemático.
Por otra parte, el que ciertas características los transmita el padre o la madre sería un fenómeno de "herencia ligada al sexo", que se basaría en que los genes que regulan ese carácter estuvieran en el alosoma (cromosoma sexual, en humanos X ó Y) y que, según sean genes dominantes o recesivos, hacen que la manifestación de esos caracteres sea más probable en hembras o que solo se presente en machos, siendo las hembras solamente portadoras de esos genes (si es, como en humanos y en el resto de los mamíferos, en aves, por ejemplo, el sexo heterogamético -ZW- es la hembra). Esto, con genes recesivos, hace que en humanos solo se presente el daltonismo, las hemofilias A y B... en hombres o que solo existan los genes que regulan el síndrome de Aicardi en mujeres, porque cuando se manifiesta, el descendiente (hombre no es viable). Esto sería lo que llevara a que solo de los machos dependieran los efectos pero, que yo sepa, no hay estudios divulgados sobre el tema.
En el caso de nuestras plantas, además, tenemos el tema de la "feminización", es decir, el forzar a que no se manifiesten caracteres que genéticamente están ahí y que, en cuestión de fenotipo, queremos evitar: si genéticamente iban a ser machos, que no saquen flores masculinas (a la que se escapan a nuestro control, aparecen los "platanitos" de esas plantas hermafroditas que tanta emoción le dan a las fases de floración de nuestro cultivo). Lo que añade incertidumbre a la ecuación.
Cuando los bancos hacen bien su trabajo, una alta proporción de las semillas se ajustan a lo pretendido, de ahí que hablemos de "estabilidad" en las variedades. Pero, claro, la variedad asociada al sistema hereditario de la especie hace que dos semillas de la misma variedad, cultivada una al lado de otra y con los mismos cuidados, de las mismas manos, una "salga" de una forma y la otra de otra.
Si tenemos en cuenta que aquí estamos hablando de presencia genética ruderalis, que es la que hace que pase a floración en función del tiempo transcurrido desde la germinación y no en función del cambio del fotoperiodo, es de suponer que (bien que "diluído" por los cruces) ahí está, y se manifestará más o menos en función de la proporción presente y de otras circunstancias, sea en su "fotoindependencia", sea en su menor porte, sea en su sabor a pedo, sea en su menor colocón o en la combinación de esos factores que las hacen más cómodas para unos y despreciables para otros.
El fenotipo es cómo se manifiesta ese genotipo en función de las condiciones en que se manifiestan esos genes y se desarrolla el individuo (para entendernos, con el mismo genotipo puedes alimentarte de proteína, mazarte a gimnasia y tomar el sol y alcanzar un fenotipo que tienda el Stallone de sus años gloriosos o comer hotdogs, leer e ir al cine y tener un fenotipo más del Woody Allen, también de sus años gloriosos).
Así, la tendencia de una sativa es crecer mucho en altura, sin ramificar, pero con la poda, la torsión, puedes ir llevándolo a un desarrollo más llevadero, que se podría parecer al desarrollo de una índica con menos puteo.
En los cruces (en casi cualquier semilla de banco) tenemos genética de dos variedades (los famosos % de sativa e índica) o de tres (lo anterior con el elemento ruderalis que le hace autofloreciente). El macho aporta una hebra de sus cromosomas, la hembra otra, cada una con el registro de su información genética, pero aún queda otro factor de complicación, el entrecruzamiento cromosómico, con lo que a los descendientes no es que les toque la hebra que en el padre corresponde al abuelo o la de la abuela, sino que en esa hebra van trozos de la información de la otra (y en la madre, lo mismo, y lo mismo lleva pasando generación tras generación).
Por eso, no podemos considerar que las instrucciones de montaje se mantengan ni que el reparto de características sea matemático.
Por otra parte, el que ciertas características los transmita el padre o la madre sería un fenómeno de "herencia ligada al sexo", que se basaría en que los genes que regulan ese carácter estuvieran en el alosoma (cromosoma sexual, en humanos X ó Y) y que, según sean genes dominantes o recesivos, hacen que la manifestación de esos caracteres sea más probable en hembras o que solo se presente en machos, siendo las hembras solamente portadoras de esos genes (si es, como en humanos y en el resto de los mamíferos, en aves, por ejemplo, el sexo heterogamético -ZW- es la hembra). Esto, con genes recesivos, hace que en humanos solo se presente el daltonismo, las hemofilias A y B... en hombres o que solo existan los genes que regulan el síndrome de Aicardi en mujeres, porque cuando se manifiesta, el descendiente (hombre no es viable). Esto sería lo que llevara a que solo de los machos dependieran los efectos pero, que yo sepa, no hay estudios divulgados sobre el tema.
En el caso de nuestras plantas, además, tenemos el tema de la "feminización", es decir, el forzar a que no se manifiesten caracteres que genéticamente están ahí y que, en cuestión de fenotipo, queremos evitar: si genéticamente iban a ser machos, que no saquen flores masculinas (a la que se escapan a nuestro control, aparecen los "platanitos" de esas plantas hermafroditas que tanta emoción le dan a las fases de floración de nuestro cultivo). Lo que añade incertidumbre a la ecuación.
Cuando los bancos hacen bien su trabajo, una alta proporción de las semillas se ajustan a lo pretendido, de ahí que hablemos de "estabilidad" en las variedades. Pero, claro, la variedad asociada al sistema hereditario de la especie hace que dos semillas de la misma variedad, cultivada una al lado de otra y con los mismos cuidados, de las mismas manos, una "salga" de una forma y la otra de otra.
Si tenemos en cuenta que aquí estamos hablando de presencia genética ruderalis, que es la que hace que pase a floración en función del tiempo transcurrido desde la germinación y no en función del cambio del fotoperiodo, es de suponer que (bien que "diluído" por los cruces) ahí está, y se manifestará más o menos en función de la proporción presente y de otras circunstancias, sea en su "fotoindependencia", sea en su menor porte, sea en su sabor a pedo, sea en su menor colocón o en la combinación de esos factores que las hacen más cómodas para unos y despreciables para otros.
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