No me admitirían en la masonería, seguro. No, no soy de nada, me gustaba la ideología de la izquierda, pero ya no me gusta porque ha servido para crear un montón de funcionarios adscritos a una supuesta izquierda, y creo que sobran funcionarios, enchufados, vagos, colocados por la cara, mediocres, semianalfabetos ocupando cargos que les vienen grandes, etc, etc. Vamos, nada nuevo, sigo pensando al respecto lo mismo que pensaba en los sesenta, en los setenta, en los ochenta y en los noventa. La diferencia es que ahora hay muchos más funcionarios, vagos, colocados por la cara, mediocres, etc, etc, que en los sesenta, en los setenta o en los ochenta. Como dijo Groucho Marx: "nunca pertenecería a un club que admitiese a gente como yo". Saludos.