No podría estar más de acuerdo con nadie_ats.
Con el simple hecho de leer su excelente respuesta, se puede uno imaginar que es una persona con estudios, y que obviamente es consumidora de cannabis.
Ignoro si lo habrá escrito colocado. En mi caso, que sí lo estoy, intentaré dar una respuesta de calidad similar. Pero no prometo nada, estoy divagando muy intenso.
Es verdad que yo también ignoro, si son reales o un mito, las consecuencias mentales de la marihuana. No llevo muchos años fumando, pero no he notado algún cambio en mi intelecto. Lo que si te puedo admitir, Oigress, y espero no me dejen mentir, es que me ha hecho algo flojo, huevón, como unos diríamos. Estar colocado es una sensación muy placentera que extrañamos cuando se termina, no es mentira. Muy similarmente a cuando estamos escuchando una rola, de esas que te ponen la piel chinita y lamentamos cuando la canción se termina y la sensación se va. O cuando vemos el último capítulo de nuestra serie favorita. ¿No? ¿Y qué sucede entonces cuando se acaba esa sensación? Decidimos si queremos repetirla o hacer otra cosa, importante o no... es cosa nuestra.
Así es con la marihuana. Uno tiene que lidiar con ella, así como uno lidia como cuando tenía que hacer la tarea, y por allá, al fondo, se asomaba Halo 2. Entonces uno, dicen por ahí, se tiene que agarrar las pelotas y establecer las prioridades. Perder el tiempo fumando marihuana no es muy diferente a perderlo viendo televisión o estando en Facebook. He ahí entonces la importancia de conocerse a sí mismos para saber que consecuencias puede tener sobre uno. Igual de importante es conocer como eran las otras personas antes de fumar marihuana. Ya que no es justo atribuirle a la pobre planta, los hábitos que tal individuo ya tenía desde tiempos inmemorables. Y, obviamente, además de a la planta, a uno como consumidor.
Personalmente te puedo decir, sin afán de sonar pretencioso, que soy un chico de 24 años que fumó desde los 18, que tiene una licenciatura en diseño de la comunicación gráfica, que es profesor de fotografía y que, increiblemente, para quienes no le tienen tanta fe al diseño, ya gana dinero ejerciendo su carrera. Y esto lo logré por que yo quise, porque yo prefería poner atención en clase de fotografía, que tomar fotografías marihuano clase 5. Y antes que la marihuana, anteponía las fiestas, el alcohol, los amigos, los videojuegos, etc.
Para acabar, pues, "Efectos permanentes", la flojera. Pero ese tan antiguo como la diversión.
Pfff. Horas para acabar...