Bueno, yo no busco problemas, yo dialogo en la medida de lo que puedo y doy razones y datos. No pretendo convencer a nadie, simplemente que sepan que hay otro punto de vista. No me cabreo porque el otro no esté de acuerdo conmigo, al revés, le agradezco que me haga ver el otro punto de vista. Pero si me dicen que soy un reaccionario entonces yo le hago ver el otro punto de vista y le digo que es un intolerante.
Nada tiene que ver el amor a una madre, el amor a la familia, el amor a la tierra que te vio nacer o en la que te criaste o viviste, con el nacionalismo fanático y excluyente.
Tú, igual que yo, has leído en este foro frases como "españoles incultos" y lindezas similares, dichas por fanáticos nacionalistas.
Entenderás que yo puedo amar a la tierra que me vio nacer, que es Navarra, pero no puedo amar igual a la montaña que a la ribera, porque puedo ser más montañés que ribero, es decir, dentro de Navarra tengo mis amores repartidos.
Dentro de mi ciudad, sucede lo mismo, no amo igual mi barrio que otros barrios, ni mi calle que otras calles, pero eso no me cualifica para defender mi calle insultando a las otras calles ni a los que viven en ellas.
Dentro de mi calle, mi portal será más querido que los demás, pero no por ello iré a cagarme en ellos ni insultaré a los que salgan o entren en dichos portales, pues ellos amarán su portal del mismo modo en que yo amo el mío, y deberé respetar su derecho.
Y, finalmente, mi casa, mi hogar, será lo más querido de todo, sin que ello me autorice a insultar y a criticar los hogares de los demás.
Como ves, vivir y dejar vivir.
Si los de mi barrio me piden dinero para arreglarlo y asfaltar la calle, yo lo pago, y se comenzará a asfaltarla, pero, si cuando vayan a llegar a mi portal y haya que poner más dinero, los que ya tienen su trozo de calle asfaltada se niegan a ponerlo para que asfalten mi trozo, les diré que no tienen ningún derecho a portarse así conmigo, ya que yo pagué su trozo de calle, y ellos deben pagar también el mío.
Hay ciertas posturas de insolidaridad que no comprendo, en este barrio común que se llama España, con diecisiete calles, pues no formamos parte sino de la ciudad, de la gran orbe.