Y pensar que a la mayoría de la gente les da asco y se las cargan en cuanto las tienen a tiro. Con la cantidad bichos que nos quitan de encima las salamanquesas!!
Recuerdo cuando vivía en el campo, que todos los veranos por las noches entraba una a mi habitación, y por supuesto era recibida con los brazos abiertos, je je. Igor, se llamaba. No veas como zampaba mosquitos, moscas, polillas, etc... Así estaba la jodía, que parecía un caimán trepando por las paredes en vez de una inocente salamanquesa.
Saludos y cuídala que ella cuidará de tu plantita!!