2000 plantas
El consumo de marijuana se encuentra bastante extendido, como habréis podido seguir en las noticias de los últimos 5000 vaños. Tan, pero tan extendido, que si viene un gobiernillo y no deja que se maneje, la gente lo va a manejar igual.
La desgracia acaecida en la sierra de Cáñar, si quitamos a un lado el hecho de que sea "ilegal" plantarla, ha sido una catástrofe para la comuna jipi más antigua de España, para muchos de la zona que, al contrario que entre la mayoría de los fumetas, se asocian y de ese modo no falta de na pa todo el año. Y otros la venden también, pero no por las esquinas, sino en círculos privados. Amplios, pero privados. A precio decente.
No se trata de una respuesta al sistema de la oferta y la demanda, puesto que la asociación de gente que pone las plantas en el mismo sitio lo hace para protegerse de la ciega ley. Y lo hacen bien, porque no han pillado a ninguno, que se comente por la zona. Los camellos a los que hay que apuntar con el dedo no son esos. Eso son gente que llena un espacio social a falta de otras ofertas. Sin duda estarían encantados de poder vender su producto en su propio coffee-shop.
Esas 2000 plantas abastecen a muchos pueblos. Ni son todas las que están, ni están todas las que son, parafraseando a no se quién. Tienen muchos dueños y quedan dentro de un circuito cerrado, ni se exporta ni se transporta a través de aduanas. Ese arrample va a traer un invierno apretadillo. Pero no van a acabar con la hierba. ¿Cómo se puede hacer una planta ILEGAL? Es de risa.
Entre las plantaciones que arrasaron, había alguna perfectamente legal para la producción de cáñamo industrial, y el dueño parece ser que tiene intención de reclamar daños y perjuicios a los civiles. Suerte.
Opino así porque soy individualista. Un camello no es los camellos como un payo cualquiera no es la gente. (Inciso: un gitano sí, porque un gitano son los gitanos, y de eso los payos tendríamos mucho que aprender). Yo soy comprador, porque planto cuatro plantucas y enseguida se me acaba.
Aunque tengo algo de campo, son muchos los enemigos a quienes se enfrenta uno por aquí. Además de los civiles, que en general son moderados en sus controles, están las cabras y los rebañadores, además de otros peligros puntuales. A partir de enero no me queda nada, pese a mis esfuerzos para que me dure todo el año. La de bombillas no me acaba de convencer, colocan demasiado y saben a chuches, y siendo de pueblo a mi me gustan las cosas naturales, o como mucho con saborcillo al insecticida de toda la vida, ese que te salen quistes y te mueres de cáncer.
Entonces prefiero saber qué pillo y a cómo. Este año ya veremos, subirá, y por todos los planes de economía del gobierno, si no cuentan con el consumo de drogas específicamente, no les van a cuadrar las cuentas. Lo tratan de calibrar a través del apartado ¿cual es su presupuesto para el ocio, ciudadano? A: menos de 100 B: menos de 200 C: menos de 300 D: ta mu colocao pa contestar.
Pero, como se trata de la batida de la sierra de la Alpujarra, mi postura está con los damnificados, los que la fuman y los que la venden. Todos se han jodido. Es gente de aquí, guiris o no guiris, gente de aquí, y si le pasa algo así a la gente de aquí, nos jodemos todos por aquello de la "di-ver-si-dad", me parece que lo llaman.
Así que, sigan ustedes opinando sobre la cantidad de plantas que se le pillan a uno y a otro y lo que está bien o no, cada cual es libre, pero dejadme defender un poco a esta gente, que en esta tierra ya nos vienen puteando los elementos, las heladas primero y la sequía después, la baja del turismo este verano, ahora los civiles nos van a dejar sin un puto porro que llevarse al morro.
En fin, vendrán años mejores. Que el cielo les colme.