Rary, aunque la isla no salga nunca de tu cabeza, no pares de planearla. Si es una colgada, que se sepa que en este foro somos un mogoyón de gente los que nos pasamos por el forro de los colgantes la "realidad" de los políticos, y además la marihuana da buenas ideas, sin pasar por el puto filtro de la represión diaria que ya ni nos afecta, así de domaos que estamos.
A menos de dos km de mi pueblo, hay un valle. En ese valle hay teeppees de esas de los indios norteamericanos, yurtas de Ulan Bator, cabañas de diseño propio, y ché, tiendas de campaña. Viven allá unos cuantos miles de jipis, y una mano con mucho dinero compró todo el terreno y se lo cedió a los jipis para siempre. Ahora si los maderos quieren entrar necesitan orden judicial, pero si quieren entrar no van a encontrar nada porque están bien preparaos. Los especuladores también lo intentaron desmontar para hacer casas y venderlas a los turistas, pero no se les puede coaccionar porque nadie sabe quien manda porque no manda nadie. Allá se llegan todos los días unos y se van otros, a nadie le falta comida ni un canuto de hierba. No dejan entrar nada que tenga motor o contamine. Viven vendiendo en los mercados y con su propio mercado interno, y en temporada también se trata con la mota. Unos la venden, otros la cambian por cosas que les hacen falta.
Lleva más de 30 años funcionando, y ahora hasta los políticos saben que es un atractivo más de la zona: los jipis. Esto no tiene nada que ver con tu plan, pero sí tiene que ver que este montaje tan raro se parió en una cabeza, una cabeza más o menos como la tuya.
Sigue pasando de críticas. Puede que solo haya una posibilidad entre un millón de que algo así prospere, y desde luego si alguna vez lo hace no se parecerá en nada a lo que estás pensando ahora, pero el éxito no es un sitio, es el camino que lleva hacia ello, y si es feliz, poco importa si es práctico o no.
Marihuania es hoy por hoy una isla metafísica, pero isla después de todo. Y ya viven allí unos cuantos. Este mensaje está escrito desde una de sus playas, debajo de un cocotero autóctono marihuanio (cocoterum sativa). Ta lindo el mar, ché.
Mientras más crítica, mejor. Vengan todos los insultos que hagan falta, insultos por internet, a gente que solo conoces por cuatro letras. Decía no sé quién que hay gente que se pasa la puta vida rezando por la vida eterna y luego no saben qué hacer los días de lluvia.
No existe la crítica negativa, es el personal que se revuelve al ver que hay quien todavía cree en esto de estar vivo. Yo pasaría de aeropuerto de momento, me concentraría más en que tenga agua, que se asocien más jevas que jipos, y los dineros que se junten pa comprar aperos de labranza y una jartá de humus de lombriz y guano. Las semis que las traigan los habitantes, y los juguetes ya irán llegando.
Hay pocos, pero hay sitios todavía, tan guapos como ese. Pasa que se encuentran, no se anuncian.