Bueno, la cuestión que me gustaría comentar la he titulado así porque es lo que hacemos, la inmensa mayoría, cuando tenemos noticia de los problemas que hay en este planeta y miramos para otro lado, silbando por la comisura de los labios, escaqueándonos de la cuestión.
Es cierto que la mayoría nos quejamos de que hay mucho fascismo, que si los empresarios son unos fachas y unos explotadores, que si los políticos son todos iguales, que si hay mucha injusticia en el mundo, que si los países ricos, que si los países pobres, que si la energía nuclear, que si esto, que si lo otro...
Pero, realmente, lo que nos suele ocurrir es que, o bien somos demasiado jóvenes y no vemos más allá de las faldas de nuestra señora madre, o bien no tenemos más conocimiento que el de nuestra pequeña aldea que nos vio nacer y crecer, o bien no vemos más allá de nuestra bandera y de los que forman parte de su adoración, o bien, finalmente, manifestamos que el mundo está en manos de unos pocos y, por lo tanto, son ellos los que deben resolver esta cuestión.
De tal modo, con semejante fauna, a la cual pertenecemos la inmensa mayoría, el mundo continúa con problemas endémicos sin resolver.
Hoy, después de bastante tiempo sin pensar en ello, el escritor brasileño Paulo Coelho nos dice en la revista dominical El Semanal, que existe la fundación suiza Schwab que tiene como objetivo apoyar a personas que, con ideas creativas y revolucionarias, intentan y consiguen hacer de este mundo un lugar mejor. http://www.schwabfound.org
Bajo una selección de criterios realistas, eligen y financian los proyectos viables, necesarios, solidarios, independientes.
Dice Coelho que "aquí está la semilla de un verdadero cambio en la estructura de la economía y de la sociedad", y pone varios ejemplos.
El primero de ellos, fue inspirado por el apaleamiento de un joven negro por unos policías de Los Angeles hace unos años; la mayoría nos limitamos a criticar el linchamiento, la brutalidad de los policías, al Gobierno norteamericano, etc. Sin embargo, un adolescente, Gillian Caldwell, cuando vio las imágenes, decidió montar un sistema que permitiese la distribución de tecnología barata (grabadoras y cámaras de vídeo) para denunciar abusos de los derechos humanos. Su programa está patrocinado por Peter Gabriel y tiene presencia en 50 países, sirviendo de prueba de los abusos existentes en muchos países, como la prostitución forzada en Rusia o la violencia contra los niños en Honduras. Sus vídeos son enviados a noticiarios de las televisiones de todo el mundo o a organismos internacionales, como la ONU.
http://www.witness.org
El segundo ejemplo es de Paul Rice, empleado de una compañía cafetera de Nicaragua, que se dio cuenta de que la mano de obra de las plantaciones vivía en la práctica en condiciones de esclavitud. En 1990 decidió estimular al pequeño agricultor a organizarse contra la explotación de las multinacionales. Consiguió formar una cooperativa de 3.000 productores y presionar a las grandes compañías cafeteras. Hoy permite su sistema que el café que se compra lleve el certificado de "respeto al trabajo" y un sistema de distribución que lleva directamente el café del agricultor al comerciante, permitiendo así que cada uno reciba lo que le corresponde. http://www.transfairusa.org
El último ejemplo es el de David Green. Este hombre joven, junto con unos amigos, desarrolló la manera de fabricar aparatos para sordos a bajo precio, bajo el principio de la enorme demanda mundial existente de dichos aparatos de corrección auditiva y de que puede aumentarse el número fabricación de los mismos sin una pérdida estimable de beneficio.
Creó el "Proyecto Impacto", aliviando el problema de parte de los 165 millones de personas del Tercer Mundo que tienen problemas auditivos, aumentando la producción de aparatos sin que deje de ser rentable y sostenible. http://www.project-impact.net.
No digamos, pues, que no se puede hacer nada, y continuemos silbando por la comisura de los labios, envueltos en nuestra bandera, con nuestros colegas, llamando fachas a la gente, desde la plaza de nuestro pueblo, mirando para otro lado.
Es cierto que la mayoría nos quejamos de que hay mucho fascismo, que si los empresarios son unos fachas y unos explotadores, que si los políticos son todos iguales, que si hay mucha injusticia en el mundo, que si los países ricos, que si los países pobres, que si la energía nuclear, que si esto, que si lo otro...
Pero, realmente, lo que nos suele ocurrir es que, o bien somos demasiado jóvenes y no vemos más allá de las faldas de nuestra señora madre, o bien no tenemos más conocimiento que el de nuestra pequeña aldea que nos vio nacer y crecer, o bien no vemos más allá de nuestra bandera y de los que forman parte de su adoración, o bien, finalmente, manifestamos que el mundo está en manos de unos pocos y, por lo tanto, son ellos los que deben resolver esta cuestión.
De tal modo, con semejante fauna, a la cual pertenecemos la inmensa mayoría, el mundo continúa con problemas endémicos sin resolver.
Hoy, después de bastante tiempo sin pensar en ello, el escritor brasileño Paulo Coelho nos dice en la revista dominical El Semanal, que existe la fundación suiza Schwab que tiene como objetivo apoyar a personas que, con ideas creativas y revolucionarias, intentan y consiguen hacer de este mundo un lugar mejor. http://www.schwabfound.org
Bajo una selección de criterios realistas, eligen y financian los proyectos viables, necesarios, solidarios, independientes.
Dice Coelho que "aquí está la semilla de un verdadero cambio en la estructura de la economía y de la sociedad", y pone varios ejemplos.
El primero de ellos, fue inspirado por el apaleamiento de un joven negro por unos policías de Los Angeles hace unos años; la mayoría nos limitamos a criticar el linchamiento, la brutalidad de los policías, al Gobierno norteamericano, etc. Sin embargo, un adolescente, Gillian Caldwell, cuando vio las imágenes, decidió montar un sistema que permitiese la distribución de tecnología barata (grabadoras y cámaras de vídeo) para denunciar abusos de los derechos humanos. Su programa está patrocinado por Peter Gabriel y tiene presencia en 50 países, sirviendo de prueba de los abusos existentes en muchos países, como la prostitución forzada en Rusia o la violencia contra los niños en Honduras. Sus vídeos son enviados a noticiarios de las televisiones de todo el mundo o a organismos internacionales, como la ONU.
http://www.witness.org
El segundo ejemplo es de Paul Rice, empleado de una compañía cafetera de Nicaragua, que se dio cuenta de que la mano de obra de las plantaciones vivía en la práctica en condiciones de esclavitud. En 1990 decidió estimular al pequeño agricultor a organizarse contra la explotación de las multinacionales. Consiguió formar una cooperativa de 3.000 productores y presionar a las grandes compañías cafeteras. Hoy permite su sistema que el café que se compra lleve el certificado de "respeto al trabajo" y un sistema de distribución que lleva directamente el café del agricultor al comerciante, permitiendo así que cada uno reciba lo que le corresponde. http://www.transfairusa.org
El último ejemplo es el de David Green. Este hombre joven, junto con unos amigos, desarrolló la manera de fabricar aparatos para sordos a bajo precio, bajo el principio de la enorme demanda mundial existente de dichos aparatos de corrección auditiva y de que puede aumentarse el número fabricación de los mismos sin una pérdida estimable de beneficio.
Creó el "Proyecto Impacto", aliviando el problema de parte de los 165 millones de personas del Tercer Mundo que tienen problemas auditivos, aumentando la producción de aparatos sin que deje de ser rentable y sostenible. http://www.project-impact.net.
No digamos, pues, que no se puede hacer nada, y continuemos silbando por la comisura de los labios, envueltos en nuestra bandera, con nuestros colegas, llamando fachas a la gente, desde la plaza de nuestro pueblo, mirando para otro lado.