Cuatro realidades sobre estas multinacionales:
1. McDonalds y las empresas similares destruyen el medio ambiente: La carne de las hamburguesas proviene de reses criadas en lo que antes fueron selvas tropicales de Centroamérica, deforestadas por esta empresa para la explotación ganadera, destruyendo recursos valiosísimos en aras de la ganancia inmediata.
2. Mc Donalds y las empresas similares explotan y se aprovechan de la miseria de los pueblos de Centroamérica.
3. McDonalds y otras empresas similares venden un producto básicamente dañino para la salud, y además buscan capturar al público infantil. La “comida chatarra” no es completa. Tiene serias deficiencias en el área de las vitaminas, sobre todo. Lo que no sería tan grave si se vendiera como un producto aislado, pero se vende como una alternativa completa de almuerzo y merienda ¡e incluso de merienda escolar! Un niño que casi todos los días almuerce o meriende comida de McDonalds correrá un serio riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas, por la cantidad de colesterol que tiene esta porquería. Qué , además, va acompañada de gaseosas que no alimentan, que están llenas de azúcares (que sólo engordan y atacan los dientes) y contienen cafeina, un ingrediente adictivo. Si a las tabacaleras se les exige que coloquen el cartelito “fumar es dañino para la salud” en las cajetillas y paquetes, ¿por qué no hacer lo mismo con McDonalds y similares? Si una tabacalera buscara capturar al público infantil, ¿no nos parecería escandaloso? Se dirá que una hamburguesa de vez en cuando no hace daño, pero un cigarrillo una vez por mes o incluso por semana no creemos que cause tampoco ningún problema.
4. McDonalds y otras empresas similares generan una cantidad de basura impresionante. Esto es producto de todo su embalaje aparatoso y superfluo, nacido de su intención de presentar el local y la marca como “un mundo mágico” de dudoso gusto.