Iluminacion:
El SOL es la mayor fuente de energía de la Tierra. El equivalente en un armario de cultivo, es la bombilla que pongamos a nuestro equipo de iluminación.
Las plantas de cannabis necesitan distintos espectros de luz según el ciclo de vida en la que se encuentren de la siguiente forma:
SECADO/Oscuridad GERMINACIÓN/Luz indirecta ESQUEJES/Poca luz CRECIMIENTO/Luz media FLORACIÓN/Mucha luz
La unidad de medida para el flujo de luz, es el lúmen. A mayor cantidad de lúmenes, más luz. Las bombillas varían sus lúmenes según marcas y según la vida que tengan. Cuanto más viejas son, menos lúmenes producen. Una bombilla nueva puede empezar con unos 44.000 lúmenes, y al cabo de 1 año produce sobre los 20.000 lúmenes, menos de la mitad. De ahí la importancia de rotar las bombillas viejas por nuevas de forma periódica, almenos cada 3 cosechas.
Un sistema con el que podemos optimizar las bombillas que tenemos es rotar sus usos, es decir:
· Si tenemos una bombilla vieja que produce pocos lúmenes, podemos utilizarla para Crecimiento.
· Si compramos una bombilla nueva, podemos usarla sólo para la Floración.
De esta manera, las bombillas estarán siempre optimizadas, ya que la que menos lúmenes produce se usa para el momento de la planta en el que mejor va a ser aprovechada, y cuando la planta realmente necesita potencia, utilizamos una bombilla nueva con los lúmenes al máximo.
Otro de los factores que influyen, es la distancia. Cuanto mayor sea la distancia entre la fuente de luz y las plantas, menos lúmenes tiene cada una.
Tipos de bombillas:
Existen varios tipos de bombillas según la función que tengan que cumplir. También se diferencian en el tipo de luz que proyectan.
· Fluorescentes: 18-36-54w. Para las etapas de esquejado y germinación. Hay fluorescentes de tres tipos, de 18, 36 y 54w. Dentro de esta diferencia, también pueden tener distintos espectros. Una ventaja de este tipo de bombillas, es el poco calor que generan, por lo que se pueden mantener muy cerca de las plantas.
· Bajo consumo: 105-250w. Para las etapas de crecimiento o como apoyo a la floración. Existen dos tipos de bombillas de bajo consumo, diferenciándose por el espectro de luz que cubren. Así tenemos bombillas de Crecimiento y de Floración. La potencia que tienen para crecimiento es correcta, pero para floración se queda corta y se recomienda utilizar sodio.
Aqui encontrareis las equivalencias de las bombillas de toda la vida en conparacion con las de bajo consumo:
http://www.lamarihuana.com/foro/cultivo-interior/94716-bajo-consumo-equivalencia-en-watios.html
· Halogenuro metálico: 250-600w. Para el crecimiento. Su espectro cubre únicamente la etapa del crecimiento de la planta,por lo que no es recomendable utilizarlas en floración.
· Sodio: 250-1000w. Para la floración o para floración y crecimiento. Estas bombillas son las más utilizadas. Su espectro lumínico cubre toda la etapa del cultivo. Son más cómodas porque no tenemos que estar cambiando la bombilla cuando cambiamos la fase. Existen varias marcas: Sylvania, Philips, Agrolite...
Una tabla con variaciones Altura (para Bombillas de sodio HPS):
150w ----15cm
200w----20cm
300w----30cm
400w----40cm
600w----60cm
· Otras: el espectro de luz verde no es detectado por las plantas. Con esta idea, se diseñaron productos como el Agrolite Darknight. Producen un espectro de luz que las plantas no detectan, por lo que podemos echarles un vsitazo, regarlas, recortarlas.. sin que detecten la luz y "se despierten". Es una buena alternativa para no estresarlas.
Horas de luz:
Según la etapa del cultivo en la que nos encontremos, necesitaremos que el foco esté encendido durante más o menos horas al día.
Contando con ciclos de 24 horas, podemos diferenciar dos:
· Crecimiento: encendido 18 horas - apagado 6 horas
· Floración: encendido 12 horas - apagado 12 horas
La etapa de crecimiento dura aproximadamente 1 mes, y la de floración unos 2 meses.
El cambio en la bombilla de 18 horas encendida a sólamente 12, debe realizarse progresivamente, restando 2 hora de luz cada día durante 3 días, para que el impacto para las plantas sea el mínimo posible.
Las variedades autoflorecientes se cultivan con un ciclo lumínico distinto al convencional. Es por esto que debemos cultivarlas con 20 horas de encendido y 4 de apagado para poder conseguir la máxima producción para este tipo de plantas.
Temperatura:
Características:
El tiempo caluroso cambia los procesos en el interior de las plantas. Cuando la temperatura exterior es de 20ºC, la interior es de unos 5ºC más. Dentro de las hojas, puede ascender hasta 10ºC más que en la superficie de éstas. Cuando sube la temperatura, las plantas emplean mucha más agua para mantenerse frescas. El incremento en el consumo de agua genera estrés en todos los sistemas de la planta.
La planta de cannabis extrae el agua por medio de las raíces para conducirla hasta las hojas. El agua sirve para refrescar los tejidos de la planta y para llevar sustancias por el interior. Unos finos poros en la parte baja de las hojas, llamados estomas, se abren y cierran para regular el flujo de humedad que se libera en forma de vapor de agua. Esta transpiración de agua mantiene fresca a la planta y es muy similar al modo en que los humanos nos refrescamos al sudar. Las plantas utilizan la misma cantidad de fertilizantes que antes del verano, pero emplean mucha más agua
A menudo se duplica el consumo de agua si se está cultivando en contenedores en exterior o en una habitación interior calurosa. Si a esto se le añade un poco de viento, el consumo de agua a través de la transpiración crece rápidamente. Las plantaciones en terrazas de tejados y patios son las más vulnerables a la pérdida de humedad causada por el viento. Muchas veces los cultivadores de interior aumentan la circulación de aire y la ventilación para ayudar a refrescar las plantas durante los días de más calor, obligándolas también a un mayor consumo de agua.
Los contenedores y medios de cultivo también tienden a estar más calientes durante el verano. Los procesos químicos se producen con más rapidez en los medios de cultivo cálidos, y se utiliza más agua. Cuando la temperatura del suelo sube hasta los 25-30ºC, el ritmo de crecimiento baja rápidamente. Tanto en exterior como en interior bajo lámparas de alta presión, la temperatura de los contenedores alcanza fácilmente los 30ºC.
Estas temperaturas tan altas literalmente cuecen las raíces, y una vez cocidas, no pueden absorber el agua y los nutrientes, ni siquiera aunque haya agua disponible en el medio de cultivo. Las raíces muertas se pudren inmediatamente, atrayendo a plagas y enfermedades. Cuando están cocidas, las raíces tardan varias semanas en volver a crecer, suponiendo que las condiciones sean perfectas.
Cuando se incrementa el consumo de agua, el de fertilizante permanece más o menos igual. En este momento, es importante reducir la concentración del fertilizante, para evitar que se formen sales nutrientes en el sustrato. Cuanto más sobre-fertilizado esté el suelo o medio hidropónico, menos agua podrá extraer la planta.
Para evitar esta aparición de sales, hay que diluir la concentración del fertilizante según las especificaciones del fabricante. También se debe permitir que salga del contenedor un mínimo de un 20% del agua que echamos en cada riego. Es mucha agua, pero aplicándola a obtener un drenaje adecuado se evitan muchos problemas posteriores.
El SOL es la mayor fuente de energía de la Tierra. El equivalente en un armario de cultivo, es la bombilla que pongamos a nuestro equipo de iluminación.
Las plantas de cannabis necesitan distintos espectros de luz según el ciclo de vida en la que se encuentren de la siguiente forma:
SECADO/Oscuridad GERMINACIÓN/Luz indirecta ESQUEJES/Poca luz CRECIMIENTO/Luz media FLORACIÓN/Mucha luz
La unidad de medida para el flujo de luz, es el lúmen. A mayor cantidad de lúmenes, más luz. Las bombillas varían sus lúmenes según marcas y según la vida que tengan. Cuanto más viejas son, menos lúmenes producen. Una bombilla nueva puede empezar con unos 44.000 lúmenes, y al cabo de 1 año produce sobre los 20.000 lúmenes, menos de la mitad. De ahí la importancia de rotar las bombillas viejas por nuevas de forma periódica, almenos cada 3 cosechas.
Un sistema con el que podemos optimizar las bombillas que tenemos es rotar sus usos, es decir:
· Si tenemos una bombilla vieja que produce pocos lúmenes, podemos utilizarla para Crecimiento.
· Si compramos una bombilla nueva, podemos usarla sólo para la Floración.
De esta manera, las bombillas estarán siempre optimizadas, ya que la que menos lúmenes produce se usa para el momento de la planta en el que mejor va a ser aprovechada, y cuando la planta realmente necesita potencia, utilizamos una bombilla nueva con los lúmenes al máximo.
Otro de los factores que influyen, es la distancia. Cuanto mayor sea la distancia entre la fuente de luz y las plantas, menos lúmenes tiene cada una.
Tipos de bombillas:
Existen varios tipos de bombillas según la función que tengan que cumplir. También se diferencian en el tipo de luz que proyectan.
· Fluorescentes: 18-36-54w. Para las etapas de esquejado y germinación. Hay fluorescentes de tres tipos, de 18, 36 y 54w. Dentro de esta diferencia, también pueden tener distintos espectros. Una ventaja de este tipo de bombillas, es el poco calor que generan, por lo que se pueden mantener muy cerca de las plantas.
· Bajo consumo: 105-250w. Para las etapas de crecimiento o como apoyo a la floración. Existen dos tipos de bombillas de bajo consumo, diferenciándose por el espectro de luz que cubren. Así tenemos bombillas de Crecimiento y de Floración. La potencia que tienen para crecimiento es correcta, pero para floración se queda corta y se recomienda utilizar sodio.
Aqui encontrareis las equivalencias de las bombillas de toda la vida en conparacion con las de bajo consumo:
http://www.lamarihuana.com/foro/cultivo-interior/94716-bajo-consumo-equivalencia-en-watios.html
· Halogenuro metálico: 250-600w. Para el crecimiento. Su espectro cubre únicamente la etapa del crecimiento de la planta,por lo que no es recomendable utilizarlas en floración.
· Sodio: 250-1000w. Para la floración o para floración y crecimiento. Estas bombillas son las más utilizadas. Su espectro lumínico cubre toda la etapa del cultivo. Son más cómodas porque no tenemos que estar cambiando la bombilla cuando cambiamos la fase. Existen varias marcas: Sylvania, Philips, Agrolite...
Una tabla con variaciones Altura (para Bombillas de sodio HPS):
150w ----15cm
200w----20cm
300w----30cm
400w----40cm
600w----60cm
· Otras: el espectro de luz verde no es detectado por las plantas. Con esta idea, se diseñaron productos como el Agrolite Darknight. Producen un espectro de luz que las plantas no detectan, por lo que podemos echarles un vsitazo, regarlas, recortarlas.. sin que detecten la luz y "se despierten". Es una buena alternativa para no estresarlas.
Horas de luz:
Según la etapa del cultivo en la que nos encontremos, necesitaremos que el foco esté encendido durante más o menos horas al día.
Contando con ciclos de 24 horas, podemos diferenciar dos:
· Crecimiento: encendido 18 horas - apagado 6 horas
· Floración: encendido 12 horas - apagado 12 horas
La etapa de crecimiento dura aproximadamente 1 mes, y la de floración unos 2 meses.
El cambio en la bombilla de 18 horas encendida a sólamente 12, debe realizarse progresivamente, restando 2 hora de luz cada día durante 3 días, para que el impacto para las plantas sea el mínimo posible.
Las variedades autoflorecientes se cultivan con un ciclo lumínico distinto al convencional. Es por esto que debemos cultivarlas con 20 horas de encendido y 4 de apagado para poder conseguir la máxima producción para este tipo de plantas.
Temperatura:
Características:
El tiempo caluroso cambia los procesos en el interior de las plantas. Cuando la temperatura exterior es de 20ºC, la interior es de unos 5ºC más. Dentro de las hojas, puede ascender hasta 10ºC más que en la superficie de éstas. Cuando sube la temperatura, las plantas emplean mucha más agua para mantenerse frescas. El incremento en el consumo de agua genera estrés en todos los sistemas de la planta.
La planta de cannabis extrae el agua por medio de las raíces para conducirla hasta las hojas. El agua sirve para refrescar los tejidos de la planta y para llevar sustancias por el interior. Unos finos poros en la parte baja de las hojas, llamados estomas, se abren y cierran para regular el flujo de humedad que se libera en forma de vapor de agua. Esta transpiración de agua mantiene fresca a la planta y es muy similar al modo en que los humanos nos refrescamos al sudar. Las plantas utilizan la misma cantidad de fertilizantes que antes del verano, pero emplean mucha más agua
A menudo se duplica el consumo de agua si se está cultivando en contenedores en exterior o en una habitación interior calurosa. Si a esto se le añade un poco de viento, el consumo de agua a través de la transpiración crece rápidamente. Las plantaciones en terrazas de tejados y patios son las más vulnerables a la pérdida de humedad causada por el viento. Muchas veces los cultivadores de interior aumentan la circulación de aire y la ventilación para ayudar a refrescar las plantas durante los días de más calor, obligándolas también a un mayor consumo de agua.
Los contenedores y medios de cultivo también tienden a estar más calientes durante el verano. Los procesos químicos se producen con más rapidez en los medios de cultivo cálidos, y se utiliza más agua. Cuando la temperatura del suelo sube hasta los 25-30ºC, el ritmo de crecimiento baja rápidamente. Tanto en exterior como en interior bajo lámparas de alta presión, la temperatura de los contenedores alcanza fácilmente los 30ºC.
Estas temperaturas tan altas literalmente cuecen las raíces, y una vez cocidas, no pueden absorber el agua y los nutrientes, ni siquiera aunque haya agua disponible en el medio de cultivo. Las raíces muertas se pudren inmediatamente, atrayendo a plagas y enfermedades. Cuando están cocidas, las raíces tardan varias semanas en volver a crecer, suponiendo que las condiciones sean perfectas.
Cuando se incrementa el consumo de agua, el de fertilizante permanece más o menos igual. En este momento, es importante reducir la concentración del fertilizante, para evitar que se formen sales nutrientes en el sustrato. Cuanto más sobre-fertilizado esté el suelo o medio hidropónico, menos agua podrá extraer la planta.
Para evitar esta aparición de sales, hay que diluir la concentración del fertilizante según las especificaciones del fabricante. También se debe permitir que salga del contenedor un mínimo de un 20% del agua que echamos en cada riego. Es mucha agua, pero aplicándola a obtener un drenaje adecuado se evitan muchos problemas posteriores.