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Es marihuana, no tabaco

12 October, 2010, 8:07 AM
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603405 f260Por Francisco Gómez Maza

México, EEUU.- La divulgada preocupación del presidente Felipe Calderón, quien divisa un aprieto para su gobierno el que el estado estadounidense de California decida despenalizar la posesión, producción y venta de droga, cae en lo que los tomistas llaman scandallum pusillorum (escándalo infantiloide).

La marihuana no es nociva como el alcohol y el tabaco, y estos sí que o se lo “maman” los bebedores de todo tipo, o lo aspiran los “fumadores pasivos” y ambas drogas son mortales tarde o temprano. El alcoholismo, por ejemplo, es una enfermedad incurable, progresiva y moral por necesidad, de acuerdo con dictámenes de la Organización Mundial de la Salud y por ahí va la adicción al tabaco. Y nadie dice nada. En la producción, distribución y venta de estos dos productos hay una ciénaga de corrupción que deja muy satisfechos a todos los que tienen que ver con el negocio, desde autoridades hasta misceláneas o cantinuchas. Incluso, quienes realizan los análisis más sombríos afirman que algunas personas devienen dependientes de la marihuana por razones sicológicas y no físicas como la nicotina. Una periodicidad diaria (fumar un “cigarrillo de marihuana” por día) no alcanza para que se ocasionen alteraciones estables y crónicas. La abstinencia es un cuadro altamente complejo, en el cual se encuentran intercorrelacionados síntomas sicológicos y conductuales, constituyendo un registro subjetivo. La marihuana no es “adictiva”, sino habituante. El usuario de marihuana, cuando está privado del consumo, no experimenta la agonía de substracción que se experimenta con otras drogas como el tabaco o el alcohol. La postura antiprohibicionista – según Wikipedia – afirma que, si bien el consumo de marihuana desarrolla tolerancia; es decir, que en posteriores tomas inmediatas es necesario aumentar la dosis para conseguir los mismos efectos, los efectos de la abstinencia son muy leves en comparación con otras drogas, lo que permite revertir esa tolerancia y hacer que el consumo de marihuana sea controlable por el sujeto, siendo su potencial adictivo escaso. Desde esta perspectiva, también se afirma que la dependencia física de la marihuana no ha sido demostrada de modo fehaciente, y que, al igual que el alcohol, la marihuana puede ser usada de modo intermitente por muchas personas sin que les cause una disfunción aparente social o sicológica, ni tampoco adicción, incluso después de treinta años de consumo diario.

Un estudio finalizado en 2007 concluyó que el humo de las hojas secas de esta planta reduce el número de las pequeñas ramificaciones en los pulmones, responsables del trasporte de oxígeno a la sangre y evacuación de sustancias nocivas; concluyen que por esto los fumadores de marihuana suelen poseer más flema, tos y suelen experimentar la sensación de que se les cierra el pecho. Varios estudios más avanzados confirman que el humo de la marihuana no es nocivo en lo absoluto, y esto se confirma más aún cuando miramos las estadísticas y no existen casos de fumadores de marihuana contrayendo pulmonía, cáncer, enfisema (siendo todas estas consecuencias del tabaco), ni alguna otra enfermedad grave. Es posible contraer una leve debilitación de cilios en los pulmones, si es utilizado en exceso; aunque aún así, tampoco se registraron casos de fumadores de marihuana con esta dificultad ya que es físicamente imposible lograr una sobredosis o una dosis tóxica de marihuana. Las facultades de medicina de Harvard, Yale y otras universidades americanas creen poder justificar la circulación de “mala información” sobre la también llamada cannabis en las empresas interesadas en que continúe su prohibición, principalmente las tabacaleras y otras que se verían amenazadas por la abundancia de productos que se pueden producir de esta planta. Uno de los efectos más conocidos es el incremento de la sensibilidad de las papilas gustativas, por lo cual muchos alimentos (y más los que contienen azúcares) suelen parecer más dulces de lo que realmente son. El aumento en los sentidos no solamente es en el gusto, sino que se ven afectados el tacto, en donde parece que todo el tejido tegumentario posee sensibilidad; los sonidos se escuchan más claramente y hasta se identifican algunos que antes parecían apagados. El consumidor experimenta un leve estado de trance, relajación y conexión con las artes, especialmente la música, la literatura y la pintura. Es por esto que la gran mayoría de los grandes artistas, desde bandas populares como The Beatles y Led Zeppelin, pintores como Pablo Picasso y escritores de la talla de William Shakespeare consumían regularmente cannabis y especialmente en el momento de realizar sus creaciones artísticas.

Otro efecto secundario conocido es una ligera pérdida de la memoria a corto plazo. La memoria en sí no se ve afectada; momentos después se recuerda todo lo olvidado bajo los efectos del cannabis. Desde el 2005 existen varios estudios que demuestran que la marihuana podría estimular el crecimiento de neuronas, pero estos estudios tienden a ser ignorados, ya que el mito popular que la gran mayoría de la gente cree erróneamente es que el consumo de marihuana “quema neuronas”. Si se usa en combinación con bebidas alcohólicas puede producir náuseas. Si bien existen variosganjaartículos que promueven la cannabis como “tóxico”, está demostrado que, como droga recreacional, no sólo es infinitamente menos dañina que el tabaco sino incluso más sana que el café, siendo que drogas populares como el tabaco, el alcohol, los antiinflamatorios como la aspirina, el café y entre otras, causan millones de muertes cada año en todo el mundo, La marihuana, en sus más de 10,000 años de uso, no ha causado muertes ni enfermedad en sus usuarios. En el 2009, un estudio realizado en California, el primer estado americano en legalizar la marihuana medicinal, demostró que no sólo los usuarios de marihuana a largo plazo no resultaban perjudicados, sino que resultaron incluso más sanos que aquellos que no la consumen, ya que reduce el riesgo de contraer cáncer en varios órganos, cura el asma y el broncoespasmo, especialmente éstas dos últimas, si se consume en su forma de vapor, ya que el humo en sí tiene una mínima posibilidad Después de estas explicaciones científicas, la preocupación del Presidente no tiene sentido.

Fuente GuruPolitico

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