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Cultivo de cannabis continuo, ¿cómo plantearlo?

15 December, 2023, 12:00 PM
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El cultivo continuo es la solución para cualquier cultivador que, pese a no disponer de un gran espacio de cultivo, desee un abastecimiento constante que satisfaga su demanda.

En este artículo te contamos todas las claves para tener un cultivo continuo, por muy pequeño que sea el espacio del que disponemos.

Pero qué es un cultivo continuo

Se entiende por un cultivo continuo de cannabis al cultivo sin interrupciones. Pero además, es aquel en el que se cuenta con al menos dos espacios de cultivo.

El más importante sería el espacio dedicado exclusivamente a la fase de floración. Debe contar con una iluminación acorde al espacio.

Y también debe existir un espacio dedicado exclusivamente a la fase de crecimiento, necesario para que las plantas alcancen suficiente tamaño.

Podremos optimizarlo todavía más si incluimos un tercer espacio de cultivo específico para la germinación de las semillas o el enraizado de esquejes.

El único fin del cultivo continuo, es conseguir cosechas extra rápidas. Porque si se organiza bien y apostando por una variedad de floración rápida, se pueden obtener hasta 7 cosechas al año.

cultivo continuo en interior

Un cultivo típico partiendo de semilla se terminaría como mínimo en unas 12 semanas. Y si es un cultivo en SCROG, puede terminar en unas 16-20 semanas.

Es por ello que un cultivo continuo es la solución para todos aquellos cultivadores que ven cómo sus reservas se agotan entre cosechas. Porque pasarán de 3 o 4 cosechas al año, a 6 o 7.

Establecer una zona de crecimiento

Esta será la zona dedicada al crecimiento y mantenimiento de plantas madre si es el caso. También será la zona de enraizado y germinación si no se pretende contar con un tercer espacio.

El fotoperíodo debe ser siempre de 18/6 (luz/oscuridad). Se podrían optar por otros fotoperíodos con aportes de luz más elevados como 20/4, pero si decidimos mantener alguna planta madre, sufrirá menos estrés con 6 horas de descanso nocturno.

Es espacio, no tiene que ser muy grande. Y la iluminación no debe ser necesariamente muy intensa.

Por ejemplo, para abastecer un armario de 100×100 cm, es suficiente con una zona de crecimiento de 60×60 cm, que sería 1/3 más pequeña.

Debemos tener en cuenta, una vez iniciamos una fase de floración, disponemos de unas ocho semanas para conseguir que las plantas alcancen un buen tamaño, tiempo más que suficiente.

Pero ojo. Tampoco debe ser una luz muy débil, porque de lo contrario las plantas tenderán a estirarse, creciendo con unos tallos débiles y unos internudos espaciados.

Debido a que la iluminación no será muy potente y no generará excesivo calor, tampoco necesitaremos un gran sistema de ventilación. Un simple extractor en línea e intracción pasiva será suficiente.

Un pequeño ventilador de pinza en el interior del armario siempre es necesario para fortalecer las plantas, entre otras cosas. Su consumo es mínimo y apenas ocupa espacio.

En cuanto al tamaño del espacio, siempre influirá el tipo de cultivo que planteemos. Si optamos por hacer el cultivo continuo con esquejes, el espacio no tiene que ser muy grande, ya que un esqueje con unos 15-20 cm de altura es perfecto para pasar a fase de floración.

clones para cultivo continuo

En este caso, una zona de crecimiento pequeña es suficiente, ya que un esqueje de ese tamaño se puede mantener en una maceta de 1 litro y podríamos crecer muchas plantas en pequeños espacios.

Por el contrario, una planta nacida de semilla y a no ser que la podemos, en un mes de crecimiento alcanzará fácilmente los 25-30 cm.

Esto ya requiere macetas de mayor tamaño. En este caso la zona de crecimiento debería ser mayor, siendo lo ideal del mismo tamaño que la zona de floración.

Incluso crecer las plantas en las mismas macetas en las que después realicemos la floración, para simplemente cambiar las plantas de armario.

Zona de Floración

Entramos en la zona de floración, la que más debemos mimar a la hora de configurarla. De una mejor o peor optimización, dependerá el éxito o el fracaso del cultivo.

La iluminación, a no ser que pretendamos darles un breve período de crecimiento a las plantas, tendrá un espectro específico para la fase de floración.

Las opciones son lámparas de vapor de sodio, lámparas LEC o paneles LED. Todas tienen sus pros y sus contras, desde el consumo eléctrico, hasta su precio, durabilidad o la producción que llegan a ofrecer.

Con un vatio de iluminación LED, es posible doblar la producción de un vatio de iluminación HPS. Pero también los paneles LED son dispositivos más caros, aunque mucho más duraderos.

El fotoperíodo será siempre de 12/12, que es la máxima cantidad posible de luz que podemos aportar a las plantas en floración.

Y ni que decir tiene que cuanto trabajamos con diferentes espacios de cultivo y diferentes fotoperíodos, las zonas deben estar bien aisladas para evitar fugas o filtraciones de luz, con el consiguiente riego del estrés producido por la contaminación lumínica.

En cuanto a la ventilación, igualmente contaremos con un ventilador interior, además de extractor e intractor apropiados para ese espacio.

Finalmente, el tamaño de las macetas y número de plantas es elección del cultivador y del cultivo que pretenda plantear.

Si se parte de plantas nacidas de semilla, una buena densidad serían 9 plantas por m². En este caso con macetas de 7 o 9 litros, sería suficiente.

Si se parte de esquejes, 16 plantas en macetas de 5 litros o 25 plantas en macetas de 3 litros son dos opciones, pero no las únicas.

Como decimos, la duración media de la floración será de unas 8 semanas. Y este es el tiempo del que disponemos para que las siguientes plantas en pasar a floración crezcan en la zona de crecimiento. Cuando cosechemos unas, al día siguiente ya deberíamos poder meter las siguientes y repetir el ciclo.

Zona de clonación

Como opción y para dedicar la zona de crecimiento exclusivamente al crecimiento y mantenimiento de plantas madre, podemos contar con una pequeña zona de enraizado de esquejes y germinación de semillas.

No se necesita un gran espacio, ya que las necesidades de iluminación y ventilación serán muy escasas. Una vez las semillas han germinado y tengan sus primeras hojas, o los esquejes ya hayan enraizado, pasarían a la zona de crecimiento.

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