La cuestión del cannabis ha sido discutida durante mucho tiempo en Alemania y especialmente desde que algunos estados de los Estados Unidos la han legalizado.
“Cerca de 100 millones de estadounidenses hoy tienen acceso legal al cannabis”, dice Heino Stöver. El Profesor de Investigación de la Adicción Sociológica en Fráncfort del Meno y que considera que vale la pena considerarlo, aunque solo sea por el “notorio fracaso de la prohibición”
Incluso en este país, el cannabis es “más accesible que nunca”, dijo Stöver. “La propagación es relativamente estable, con una tendencia ligeramente creciente.” Al mismo tiempo, los consumidores serían criminalizados, entrando inevitablemente en contacto con el “crimen organizado por medidas del estado”.
Esto lleva a una “brecha de credibilidad masiva”, dice Stöver. El científico sobre adicción aboga por un uso regulado y menos restrictivo de la sustancia. Ciudades como Berlín, Düsseldorf y Münster han presentado solicitudes de proyectos modelo para dispensarios legales de cannabis en el Gobierno Federal, aunque la solicitud de Münster ya ha sido rechazada.
Qué dicen los políticos alemanes en Stuttgart
En Stuttgart, políticos y políticas como Beate Bulle-Schmid (CDU) teme que una presión suave sobre el cannabis tenga consecuencias negativas para los adolescentes. En el caso de los Verdes, Petra Rühle cree en un enfoque diferente sería menos nocivos al “controlar la calidad”.
Clarissa Seitz está preocupada “por la protección de menores”. Hans-Peter Ehrlich (SPD) dice que se está al comienzo de un debate. En SÖS / Linke-plus, Laura Halding-Hoppenheit se distancia de su grupo, no quiere un enfoque más liberal del cannabis, sino una “mejor prevención”.
Stefan Urbat, representante del partido pirata en el grupo de izquierda, está a favor de un proyecto piloto científicamente acompañado con el Cannabis Social Club (CSC), el grupo presentará una solicitud. Ulrich Binder, director administrativo de la agencia de asesoramiento sobre adicciones Release, también aboga por “intentar una forma diferente”.
Alcalde social busca contacto con otras ciudades
Christian Brugger-Burg, el segundo presidente del CSC, dice que la asociación, que tiene a 60 miembros, apunta a un modelo de proyecto respaldado científicamente y con el respaldo para el cultivo de cannabis. El club tiene un control social para evitar que nadie se estrelle.
Se estima que alrededor del 10% de la población consume cannabis. Un modelo de experimento no sería necesario para Heinrich Fiechtner del Bündnis Zukunft Stuttgart 23. Él cree que el hombre tiene “derecho a la intoxicación”. Fichtner no entiende por qué una sustancia “que es menos nociva que el alcohol, está prohibida”.
El alcalde Werner Wölfle (Verdes) elogió el debate abierto. “Todo el mundo está en lo cierto a su manera”. Según Wölfle, se contactó con la ciudad de Dusseldorf y se pondrían en contacto con la red emergente de ciudades alemanas para este tema.
