El primer estudio sobre las beneficios que obtuvieron los pacientes autorizados por el Ministerio de Salud de Israel y que se trataron con marihuana medicinal fue revelado el miércoles en la Sexta Conferencia Internacional de Jerusalén sobre Políticas de Salud.
La conferencia fue organizada por el Instituto Nacional de Israel para la investigación en Políticas de Salud.
El estudio fue dirigido por el Prof. Pesaj Shvartzman de la Facultad de Negev en Universidad Ben-Gurion, quien dijo que a pesar de que el cannabis medicinal es legal desde hace una década y está disponible para más de 20.000 pacientes para aliviar el dolor y otros síntomas, “no existía información acerca de comentarios de sus propios usuarios.”
Shvartzman llegó a la conclusión de que la mayoría de los usuarios disfrutan de una mejora significativa en la función y el dolor, aunque que el cannabis también causó efectos secundarios.
El estudio, se llevó a cabo para observar a los pacientes que lo usan desde hace dos años, mirando a sus características socioeconómicas, perfil de las enfermedades, indicaciones médicas para su uso, dosis, tratamiento anterior administrado al paciente antes de dar el cannabis, seguridad del tratamiento, efectos secundarios, respuesta y la eficacia del tratamiento y el uso de los servicios de salud del paciente durante el año anterior y posterior al tratamiento.
Los pacientes fueron observados en tres clínicas del dolor siendo entrevistados por teléfono durante los tres primeros meses de su tratamiento y luego cada cuatro meses durante dos años.De los 321 pacientes sin cáncer, el 47,4 por ciento eran hombres y el resto mujeres. De los pacientes con cáncer del 60 al 78% eran varones. La edad media de los pacientes sin cáncer fue de 50,1 años y la de los pacientes con cáncer de 57,5 años. Alrededor del 42% de todos los pacientes habían recibido recomendaciones para el cannabis medicinal de sus médicos, mientras que sólo el 24% de un amigo o miembro de la familia.
La prescripciones del medicamento fueron más comúnmente dadas por especialistas en medicina paliativa, ortopedistas y otros especialistas y sólo una pequeña minoría (0,4%) del médico de familia. Un total del 99,6% consumió suministros de marihuana después de que los medicamentos convencionales no le fueron eran eficaces.
Las tres cuartas partes de los pacientes fumaban la marihuana, mientras que casi el 21% utilizó concentraciones de aceite y el resto lo hizo a través de la vaporización.
Más del 77% sintió sus efectos secundarios; la frecuente sequedad de boca (60,6%); el hambre (60%); el 44% altos estados de ánimo; el 23% somnolencia; Fatiga 28,6%; 32% ojos rojos; y el 13% visión borrosa.
La mayoría de los usuarios informó en las entrevistas posteriores que su dolor, las náuseas, la ansiedad, el apetito y la sensación general había mejorado. Menos de uno de cada 10 dejaron de consumir el medicamento después de la primera entrevista y un 6% después de la segunda entrevista debido a los efectos secundarios y porque el tratamiento no fue efectivo.
Mientras tanto, la Escuela Universitaria de Medicina de Washington en St. Louis acaba de informar en un estudio sobre el uso no medicinal de marihuana de los adolescentes en los EE.UU., lo que indica que el número de adolescentes con problemas relacionados con la marihuana está disminuyendo. Del mismo modo, las tasas de uso de la marihuana por los jóvenes están cayendo a pesar del hecho de que más territorios de Estados Unidos están legalizando o despenalización su consumo, por el contrario, el número de adultos que la usan ha aumentado.
Los investigadores examinaron los datos sobre consumo de drogas recogidos en la población de jóvenes entre 12 y 17 con un lapso de 12 años. Se encontró que el número de adolescentes que tenían problemas relacionados con la marihuana – como llegar a depender de la droga o tener problemas en la escuela y en las relaciones – había disminuido en un 24% entre 2002 y 2013.
