Para entender mejor los cambios que produce el consumo de cannabis, los investigadores han apuntado hacia una nueva línea de investigación: la relación entre el ADN y marihuana.
La composición de la marihuana y sus propiedades para diversos padecimientos no es la única línea de investigación que ha atraído la atención de consumidores y científicos. Otra parte importante del consumo es cómo interactúa esta planta con nuestro organismo y si existen riesgos en esta interacción.
Al respecto de los efectos producidos, en relación con el ADN y la marihuana han surgido diferentes dudas. Esta vez, te compartimos lo que dicen los investigadores sobre la composición genética, el consumo y qué tipo de influencia tiene. Descubre lo que se sabe hasta ahora de esta relación y si afecta la metilación del ADN.
Relación entre la metilación del ADN y marihuana
La metilación es una modificación del ADN que tiene la capacidad de alterar la expresión genética. Ocurre cuando los grupos de metilo, unas pequeñas etiquetas químicas, se unen a una área particular del ADN y en ella tienen el poder de activar o desactivar un gen y, de esta manera, pueden regular la producción de proteínas que son codificadas por ese gen.
El proceso de lo que es la metilación del ADN puede volverse riesgoso y puede afectar la salud. Sobre todo cuando un grupo de metilo se “une” al código genético cerca de aminoácidos de citosina y guanina. De hecho, actualmente se sabe que puedes influir en este proceso a través de los hábitos y el entorno. Uno de los hábitos que se han investigado es el tabaquismo.
Consumo de cannabis y metilación
Además de los cigarrillos, al parecer, este proceso también puede ocurrir cuando se usa THC a largo plazo. En un estudio publicado en 2020, se encontraron pruebas de que las diferencias de metilación del ADN están asociadas con el consumo de cannabis a lo largo de la vida. En el estudio se encontraron diferencias entre el grupo que consumía cannabis y quienes consumieron solo una vez. Es decir, la metilación se debe a una exposición prolongada al cannabis.
Sin embargo, como en otros estudios sobre los efectos del cannabis, se resaltan las limitaciones de la investigación. En este caso, por ejemplo, el estudio se realizó en un grupo de mujeres caucásicas no hispanas y algunas de ellas desarrollaron cáncer de mama. Así como en el consumo de cannabis autoinformado, por lo que siempre existe la posibilidad de que exista una falla en los reportes y con ella una clasificación errónea.
En este estudio se investigó a una muestra de 2 mil 583 mujeres, pero para ampliar los hallazgos posiblemente se necesiten más estudios y una población variada. Aspectos como la edad en la que una persona comenzó el consumo de cannabis, podrían ser clave para determinar cómo es la relación ADN y marihuana con precisión o qué cosas cambian de persona a persona.
Mutaciones en el ADN por marihuana
En otro estudio realizado por la Universidad de Australia Occidental se ha descubierto que el consumo de cannabis altera la estructura del ADN al grado de provocar mutaciones que pueden llevar a enfermedades graves y, además, es capaz de transmitirse a varias generaciones.
Los profesores Stuart Reece y Gary Hulse, de la Faculta de Psiquiatría y Ciencias Clínicas de esta institución, llevaron a cabo un análisis de la literatura relacionada y encontraron que las mutaciones celulares de la interacción entre el cannabis y el ADN, eran causantes de cánceres y enfermedades. Además, aunque una mujer no haya consumido en su vida, el esperma del padre puede transmitir estas mutaciones a sus hijos sin darse cuenta.
En los fetos, si la marihuana modifica el ADN de los padres, estas modificaciones pueden provocar un crecimiento celular lento o un mal desarrollo. Es decir, que las extremidades o los órganos vitales no crezcan adecuadamente.
El cannabis, los genes y el cerebro
En el estudio de 2020, los resultados no son suficientes para hacer interpretaciones sobre si los genes desregulados se vinculan directamente con mecanismos neurobiológicos que han sido relacionados con el consumo de cannabis. Se necesitarán estudios en tejidos cerebrales más relevantes, como el núcleo o la corteza prefrontal.
En ellos se podría determinar con mayor precisión como es la relación metilación del ADN y marihuana, cuando dicha sustancia se usa a lo largo de la vida. Se espera que una vez que se identifiquen las marcas de la metilación del ADN en el cerebro humano, los resultados puedan ayudar a identificar los cambios que produce la metilación en el cerebro a lo largo de la vida.
Lo que se sabe hasta ahora es que el hachís y la marihuana podrían afectar el gen receptor de la apolipoproteína B, el cual en conjunto podría mostrar enfermedades como el cáncer de ovarios o el desarrollo de tumores en el hígado. Sin embargo, esto no descarta la influencia positiva que tiene el cannabis sobre diferentes tipos de cáncer. Por ello, nuevamente se destaca la importancia de estudios adicionales que definan con mayor detalle lo que ocurre con el ADN y la marihuana.
Tomando en cuenta los análisis y estudios anteriores, así como la falta de investigaciones sobre el ADN y la marihuana que han sido señaladas en los mismos, podemos entender por qué bajo algunas enfermedades se recomienda su uso y porque aún existen leyes que la prohíben. En este sentido aún queda mucho camino por recorrer para conocer por completo cómo interactúa con el cuerpo humano.
Por otro lado, el hecho de que se lleven a cabo este tipo de estudios también abre la puerta hacia nuevos debates acerca de si la prohibición total de una planta que puede traer muchos beneficios medicinales es o no certera. Así como investigaciones que respalden si el consumo crónico de determinados cannabinoides es donde más se presentan efectos adversos.
Si quieres mantenerte actualizado sobre tu planta favorita y conocer la última información sobre sus usos, cultivo o consumo, no te pierdas nuestros artículos en La Marihuana.