La Iglesia de Inglaterra que apoya el uso de cannabis con fines medicinales ahora dice que estaría dispuesta a invertir en este sector.
Las autoridades eclesiásticas de la Iglesia de Inglaterra, que se ocupan de las propiedades eclesiásticas y que tienen un valor de 9.222 millones de euros, prohíben la inversión en empresas que se beneficien de las drogas recreativas. Aunque ahora y por primera vez dijeron que considerarían la posibilidad de invertir en empresas que trabajen o se relacionen con cannabis medicinal desde que ya es legal en el Reino Unido.
“Hacemos una distinción entre el cannabis recreativo y el cannabis medicinal”, dijo el jefe de inversiones responsables de la Iglesia de Inglaterra, Edward Mason, en una entrevista con el Financial Times.
“Nos complace que se esté utilizando con fines médicos.”
Cartera de inversiones de la Iglesia de Inglaterra
La cartera de inversiones de la Iglesia de Inglaterra tiene ahora una cartera de inversiones por valor de 14.100 millones de euros. En 2016 se convirtió en uno de los “fondos de mejor rendimiento” del mundo, escribió el Financial Times.
Aunque las instituciones religiosas se han opuesto tradicionalmente al consumo de cannabis con fines recreativos, la aceptación de las aplicaciones médicas va en aumento.
El año pasado, el Reino Unido legalizó el cannabis medicinal para algunas enfermedades debilitantes.
“Pero cuando se usan dentro de un contexto médico apropiado y ciertas condiciones prescritas, pueden ser muy útiles. Y creo que el cannabis medicinal purificado debe verse bajo esta luz.” “Creo que este es un desarrollo muy positivo en general”, dijo el Dr. Mark Pickering, Director Ejecutivo de Christian Medical Fellowship, en una entrevista con el Premier Christian Radio.
Grandes fondos invierten
Pero los inversores éticos están empezando a reconocer la dualidad del cannabis como una inversión. El fondo KLP de 80.000 millones de dólares en activos, con sede en Oslo, se despojó del cannabis recreativo hace un mes, pero sigue invirtiendo en cannabis para uso medicinal, leemos en Financial Times.
