Los 10 errores más comunes de un cultivador principiante

El cultivador principiante o nobel a menudo comete ciertos errores por falta de experiencia que podrían ser subsanables muy fácilmente.

Cultivar la marihuana que consumiremos es realmente sencillo. Pero a menudo el cultivador principiante comete algunos fallos por falta de experiencia o conocimientos que suponen un contratiempo. No te pierdas este post donde hablaremos de los 10 errores al cultivar cannabis más comunes.

Evita 10 errores del cultivador principiante al cultivar cannabis

Error 1: contar con una mala genética

Aunque 10 euros por una semilla pueda parecer en principio mucho dinero, tengamos en cuenta que cultivar durante meses semillas de las que desconocemos su procedencia puede salir mucho más caro.

En la actualidad hay semillas de gran calidad por debajo de los 2 o 3 euros y de bancos de reconocido prestigio. Y al menos sabremos qué esperar.

El gasto en un cultivo en interior es elevado. Y tampoco es precisamente en semillas donde se irá la mayor parte de la inversión.

No tiene sentido comprar la mejor iluminación y el mejor armario, además del consumo eléctrico mensual, para después tener una cosecha mediocre por ahorrar en semillas.

Una vez cosechemos, tengamos la hierba en botes y viendo la despensa llena para meses, poco nos importará lo que nos hayan costado las semillas.

Error 2: no usar la iluminación adecuada

Sin una iluminación apropiada, estaremos gastando dinero en electricidad para conseguir unos resultados malos. Las plantas ni crecerán sanas, ni florecerán en buenas condiciones.

En la actualidad contamos con varias alternativas en cuanto a iluminación. Desde las clásicas y económicas lámparas de vapor de sodio, hasta las nuevas lámparas LEC y paneles LED.

Estos últimos se caracterizan por la baja emisión de calor, lo que permite cultivar en cualquier época del año. Además cuentan con la mejor relación gramo/w.

Escojas la iluminación que escojas, será una de las principales inversiones que tengas que hacer. Pero recuerda que conseguirás amortizarla en muy pocas cosechas.

Error 3: usar un sustrato de mala calidad

Este es uno de los errores al cultivar cannabis más comunes. Un buen sustrato conviene que sea esponjoso, ya que permite una gran retención de líquidos y oxigenación de las raíces.

Que contenga más o menos cantidades de nutrientes irá en las preferencias de cada cultivador. Ni un sustrato con gran cantidad de nutrientes es mejor, ni uno con pocos nutrientes es peor.

Hay cultivadores que prefieren un sustrato ligero y recurrir a abonos líquidos para controlar mejor la alimentación. Y hay quien prefiere un sustrato enriquecido y olvidarse de usar abonos durante varias semanas.

Los sustratos de mala calidad tienen dificultades para retener agua y tienden a compactarse. Además pueden incluir desde alas hierbas o materia orgánica en descomposición, hasta plagas, hongos y enfermedades.

Error 4: no regular el pH del agua de riego

Es otro de los errores al cultivar cannabis más comunes, el nunca preocuparse del pH del agua de riego. Puede que por circunstancias el cultivo salga bien. Pero generalmente siempre sale mal.

A lo largo del cultivo, la mayoría de problemas de nutrientes que se puedan presentar son debidos a una mala asimilación por no regular el pH.

Literalmente, las plantas dejan de asimilar nutrientes aún estando disponibles en el sustrato, lo que deriva en carencias que lógicamente no se solucionan abonando más.

Un medidor de pH reactivo no es caro, son los típicos que se usan para medir el pH de las piscinas o acuarios. Se añaden unas gotas a una muestra del agua de riego y tan sólo se debe comparar el color con el de la escala del pH.

Error 5: mala ventilación

El cannabis es una especie que consume grandes cantidades de CO2. Mientras en exterior la cantidad de CO2 es ilimitadas, en interior las plantas llegan a agotar el disponible en poco tiempo.

Contar con un buen sistema de ventilación que de manera continua o intermitente renueve el aire del interior es muy importante para un desarrollo saludable de las plantas.

También es interesante un ventilador orientado a las puntas de las plantas. Fortalecerá los tallos en un inicio, evitará quemaduras producidas por las lámparas y en gran medida también evitará la aparición de hongos.

Error 6: mala configuración del espacio de cultivo

Un espacio de cultivo debe ser cómodo y funcional. Además hay ciertas cosas que debemos tener en cuenta a la hora de la instalación de los equipos eléctricos.

El aire caliente generado principalmente por el sistema de iluminación asciende a la parte alta del espacio de cultivo. Es ahí donde se debe colocar el extractor, siempre en la zona alta.

El intractor de aire, debe ir en el lado opuesto al extractor y siempre en una zona baja. El ventilador interior siempre debe estar orientado hacia las puntas de las plantas, que es donde se concentra más la temperatura.

En cuanto a la iluminación, ni demasiado cerca ni demasiado lejos. Las plantas más altas siempre las colocaremos en los laterales. Y las más bajas siempre bajo la lámpara.

Uno de los errores al cultivar cannabis en interior muy comunes es el de ubicar mal el intractor y extractor, así como tener la iluminación demasiado cerca o lejos de las puntas de las plantas.

Error 7: instalación eléctrica poco segura

La electricidad y el agua no son amigos. Y en un cultivo interior es inevitable contar con aparatos eléctricos, una humedad ambiental media/alta, y agua que daremos en los riegos a las plantas.

Siempre se debe contar con cualquier posible contratiempo y prevenirlo. El cableado, siempre lo mantendremos recogido y nunca por el suelo. Una caída accidental de la regadera es suficiente para armar un buen follón.

Lo mismo cuando pulvericemos cualquier producto, siempre manteniendo las distancias con lámparas, extractores, ventiladores y cualquier otro componente eléctrico.

Error 8: no respetar el fotoperiodo

Este es otro de los errores al cultivar cannabis en interior muy común. Todo lo que tengamos que realizar en el cultivo, lo haremos siempre durante el fotoperiodo de luz.

Aunque en los primeros cultivos es algo que guste mucho, no se debe interrumpir el fotoperiodo oscuro salvo que sea por una imperiosa necesidad.

Especialmente en la fase de floración, esto puede tener graves consecuencias. Las plantas pueden llegar a estresarse fácilmente y producir flores masculinas.

Visitando las plantas mientras duermen esperando ver algún cogollo engordando, o sacar algunas fotos con el flash de la cámara, no conseguiremos nada bueno.

Error 9: fases de crecimiento muy largas

También es común pensar que las plantas se quedarán pequeñas al pasarlas a floración. Pero lo normal es que una planta mínimo doble su altura, salvo contadas excepciones.

Es decir que una planta de 30 cm a la que se le cambia el fotoperiodo, tranquilamente superará los 50 cm.  Y eso como mínimo, porque hay muchas otras que llegan a multiplicar por cinco o por seis su tamaño.

Y una planta que supere en interior el metro de altura, puede ser un serio problema en un espacio limitado en todas sus dimensiones.

Así que generalmente, una planta con 30 cm de altura está lista para pasar a la fase de floración. En el caso de una sativa, esta altura es excesiva y conviene realizar alguna poda o técnica de cultivo.

Error 10: macetas excesivamente grandes

Y terminamos este repaso a los errores al cultivar cannabis en interior más comunes con el tamaño de las macetas. Y es que en interior conviene usar macetas relativamente pequeñas.

Existe una regla aproximada para hacer un cálculo rápido de la cantidad de macetas ideal. Por cada m2 de cultivo, usaremos 100 litros de sustrato.

Por ejemplo podremos usar 9 macetas de 11 litros. O 16 macetas de 7 litros. O incluso hasta 100 macetas de 1 litro si se trata de un cultivo en SOG.

Lo que no tiene sentido es usar por ejemplo 5 macetas de 20 litros para un cultivo convencional (un mes de crecimiento y lo que dure la floración), porque la planta no tendrá tiempo a colonizar todo el sustrato.

Pero en cambio 5 macetas de 20 litros para un cultivo en SCROG. Las plantas dispondrán al menos de 2-3 meses de crecimiento y las raíces agradecerán un amplio espacio para su desarrollo.